La pandemia del nuevo coronavirus paralizó la actividad económica a nivel mundial y creó miles de nuevos desempleados. En ese contexto, América Latina, devenida desde hace meses en el epicentro del brote que ya se cobró más de un millón de vidas en todo el planeta, sufrió las peores consecuencias. En medio del debate sobre cómo los países gestionaron la crisis, el impacto de la desocupación se advierte homogéneo en todo el continente.

La Organización Internacional del Trabajo estimó esta semana que más de 34 millones de personas perdieron su empleo de este lado del Atlántico. Es la región del mundo más afectada por las medidas de confinamiento para contener la enfermedad, diagnóstico que guarda lógica con los desequilibrios estructurales que atraviesan constantemente los países latinoamericanos.

[recomendado postid= 117955]

El estudio de la OIT tomó datos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Perú, Paraguay y Uruguay, nueve países que concitan el 80% de los empleos. Latinoamérica cerró el primer semestre de 2020 con un índice de ocupación del 51,1%, lo que supone un mínimo histórico con 5,4% menos que en el mismo periodo del año anterior.

En la Argentina, el Indec informó la semana pasada que la tasa de desempleo subió al 13,1% en el segundo trimestre de este año, un aumento de 2,7% de desocupación en el período más afectado por la cuarentena obligatoria. Este jueves, Brasil informó que en el trimestre mayo-julio el índice creció al 13,8%, el número más alto desde 2012. En relación al trimestre precedente (febrero-abril), el incremento es del 1,2%.

El impacto en Chile también se ubicó cercano a esos guarismos. En el trimestre junio-agosto, el indicador fue del 12,9% y registró una suba de 5,3% interanual, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas. Según consignó Europapress, el mes pasado la tasa era del 13,1%.

Los datos de Colombia tampoco fueron alentadores: este miércoles, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística notificó un 16,8% para agosto de este año, seis puntos porcentuales más que en el mismo mes de 2019. Bolivia, por su parte, reportó en el segundo trimestre una cifra de 11,8%.

Uruguay, menos adolecido por la pandemia, igual registró en julio un índice del 10,6%, apenas por debajo del 10,7% récord reportado en el mes de junio: aquel porcentaje significó el más alto en 14 años. Paraguay, en condiciones sanitarias similares, casi no vio modificaciones: el indicador fue del 7,6% en el segundo trimestre de 2020 y reflejó solo un 0,2% de incremento interanual.

Perú relevó un 8,8% de desempleo en agosto, pero la disminución de la ocupación fue drástica. Del 62% previo a la irrupción del Covid-19, disminuyó al 42% en agosto, según la OIT. Ecuador perdió 410.000 empleos formales entre marzo y septiembre y México fue uno de los menos afectados: reportó un 5,2% de desempleados en agosto.