El expresidente de Uruguay José "Pepe" Mujica anunció este lunes que tiene un tumor en el esófago, detectado en un chequeo médico que se realizó el último viernes. La noticia la dio a conocer en una conferencia de prensa en la que explicó que su caso es "doblemente complejo" porque padece una enfermedad inmunológica de base que le genera dificultades para someterse al tratamiento de quimioterapia. 

"Mientras pueda, seguiré militando y entretenido con las verduras. Mientras el rollo aguante, voy a seguir", declaró a los medios locales. 

"En mi vida, más de una vez anduvo la parca rondando el catre, pero me siguió pastoreando. Esta vez me parece que viene con la guadaña en ristre, y veremos lo que pasa", sintetizó. 

Además le envió un mensaje a la juventud: "Quiero transmitirle a las pibas y pibes que la vida es hermosa, pero se gasta y se cae. El quid es empezar de vuelta cada vez que uno cae, y si hay bronca, que la transformen en esperanza. Nadie se salva solo". "Estoy agradecido y que me quiten lo bailado", finalizó. 

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En 2004, el líder de izquierda charrúa fue diagnosticado con una enfermedad autoinmune, lo que lo transformó en un paciente de riesgo, sobre todo, durante la pandemia de coronavirus, lo que lo obligó a renunciar a su banca en el Senado: "Esta situación (del Covid-19) me obliga, con mucho pesar por mi honda vocación política, a solicitar que se gestione mi renuncia a la banca que me otorgó la ciudadanía". 

"Las enfermedades autoinmunes a veces son de difícil diagnostico y no siempre se comportan igual, pues a veces están vinculadas con algún hecho puntual y a veces no", había explicado su médica de cabecera en aquel momento. 

En 2021, fue internado de urgencia en una clínica de la capital uruguaya y fue intervenido quirúrgicamente por una molestia en la garganta que finalmente había sido diagnosticada entonces como una úlcera en la mucosa del esófago.

Mujica estuvo al mando de la presidencia de Uruguay entre 2010 y 2015 e implementó varias reformas progresistas que marcaron una diferencia significativa en la sociedad uruguaya, en línea con el movimiento regional que reconoció a la "patria grande" latinoamericana como eje de sus políticas, y que acompañaron referentes como Néstor y Cristina Kirchner en Argentina y Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff en Brasil, entre otros.

Uno de los logros más resonantes fue la regulación del mercado de la marihuana, que convirtió a Uruguay en el primer país en el mundo en legalizarla. 

Fiel a un estilo despojado y con abierto rechazo a los lujos del poder, el político respetado tanto a nivel regional como mundial optó por seguir viviendo siempre en su modesta granja en las afueras de Montevideo, en lugar de trasladarse -por ejemplo- a la residencia presidencial durante su mandato. A su vez, ha donado parte de su salario a programas sociales. 

Al finalizar su gestión al frente del Ejecutivo uruguayo, Mujica dejó la presidencia con altos índices de aprobación y un legado que trascendió las fronteras, debido a su estilo de liderazgo único y su compromiso con la justicia social, que lo llevaron a ser un ejemplo para líderes políticos alrededor del mundo.