Era una demanda de la industria desde hacía muchos años, y finalmente se concretó. La Academia de Hollywood anunció que incluirá una nueva categoría en los Premios Oscar: a partir de la edición centenaria, en 2028, se reconocerá el trabajo de los dobles de riesgo. El galardón será entregado a las producciones estrenadas en 2027 y busca distinguir especialmente este aspecto tan importante en el cine de acción. 

"Desde los primeros días del cine, el diseño de escenas de riesgo ha sido una parte integral de la realización cinematográfica", expresaron en un comunicado conjunto el director ejecutivo de la Academia, Bill Kramer, y su presidenta, Janet Yang. "Estamos orgullosos de honrar el trabajo innovador de estos artistas técnicos y creativos, y los felicitamos por su compromiso y dedicación en alcanzar esta ocasión trascendental", subrayaron.

La decisión fue aprobada el jueves pasado por una junta de directivos de la Academia y, en parte, se debe a años de reclamos por parte de la industria para reconocer a quienes lo dejan todo y arriesgan su cuerpo para lograr esas secuencias tan espectaculares que suelen maravillar al público.

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La categoría premiará a los especialistas, conocidos como dobles de riesgo, por su trabajo en la ejecución y coordinación de escenas que constituyen un alto nivel de peligro, como caídas desde grandes alturas, explosiones o combates cuerpo a cuerpo. Hasta ahora, este trabajo no era reconocido ni apreciado por la Academia.

Todavía se desconocen los criterios específicos que definirán a los nominados ni el proceso de selección para esta nueva categoría. Según informaron desde la Academia, los detalles serán publicados en 2027, cuando se presenten las reglas completas.

Actualmente, más cien de especialistas forman parte de la rama de Producción y Tecnología de la Academia, lo que demuestra que esta área ya tiene una presencia significativa dentro de la institución, aunque no contara hasta ahora con un reconocimiento específico.

El anuncio marca una señal de apertura hacia oficios históricamente invisibilizados por el circuito de galardones. Y también significa un guiño hacia el futuro de un cine que, más allá de los avances de los efectos digitales, sigue necesitando cuerpos reales que hagan posible lo imposible.