En el marco del millonario divorcio entre Jésica Cirio y Elías Piccirillo, iniciado tras la ruptura amorosa en febrero de este año, se dio a conocer la jugosa suma que la mediática le exigiría al empresario por la separación.

En las últimas horas, el juez federal Sebastián Casanello procesó con prisión preventiva al broker, quien había sido acusado de organizar un operativo falso, con la complicidad de policías, contra Francisco Hauque, al que le debía una importante suma de dinero. Al ser descubierto, estalló la polémica y la indagatoria que derivó en su detención.

El daño colateral también sacudió a su matrimonio, cuya ruptura avanzó a "pasos agigantados" y ya se adentraron en la etapa de la división de bienes conyugales, según explicó el periodista Juan Etchegoyen, de Mitre Live. Así, contó que la modelo "tuvo una charla con Elías donde le planteó todos los bienes materiales que piensa quedarse de esta relación", además del dinero que le pediría.

TE PODRÍA INTERESAR: Un capítulo más: le impusieron una perimetral a Icardi, que no podrá acercarse a 500 metros de las propiedades de Wanda

"Una casa valuada en tres millones de dólares. Un vehículo de 300 mil dólares y sigue la lista", enumeró el comunicador, quien además amplió en que Cirio querría un "departamento que queda en Avenida Libertador" y un adicional de "USD 8 millones".

Mientras la situación procesal de Piccirillo sigue delicada, luego de que le dictaran la prisión preventiva, la modelo Barby Franco -íntima amiga de la conductora- durante una nota en America TV que la vio "re mal" a su compinche. "Hablamos hace poco, hace tres días. Está muy mal, quedamos en un café. Le mandé un mensaje porque la vi muy mal y me salió del corazón", sumó.

El pasado miércoles, el broker fue procesado por secuestro coactivo, transporte de estupefacientes agravado, encubrimiento agravado y portación ilegal de arma.

La trama del operativo policial armado, por el que cayó preso Piccirillo, no se derrumbó de un solo golpe. Primero hubo una jueza federal, María Eugenia Capuchetti, y un fiscal, Gerardo Pollicita, que sospecharon de lo que los policías de Robos y Hurtos de la Ciudad habían volcado en el acta. Y luego vino una catarata de pruebas contra los involucrados.

A las cámaras aportadas por el Gobierno porteño, que corroboraron cada detalle contado por la víctima, el empresario Francisco Hauque (41), se sumó el análisis de las antenas de los celulares de los policías de la Ciudad.