Pero este nuevo film es más cercano a los argentinos de lo que se cree. Tres compatriotas trabajaron en su producción desde los estudios de Pixar en Estados Unidos.

Cati Grasso, llegó a Pixar gracias a un programa de pasantías. La diseñadora de imagen y sonido, tiene hoy 28 años y vivía en Núñez cuando decidió postularse y cumplir su sueño. Luego de 10 semanas de prácticas y, tras un período fuera de la empresa, se desarrolló en Coco como Directora técnica de Sets y se dedica a crear de manera digital escenarios y objetos para las películas. "Trabajé realizando elementos para el cementerio y varios lugares en el mundo de los muertos. Además, me dedico a lo que sería extensión de sets que es todo lo que se ve en la pantalla que no es el escenario principal, como por ejemplo una ciudad a lo lejos. En ese caso los objetos no se modelan manualmente, sino que se generan a través de métodos procedurales [algoritmos]", le explicó a La Nación.

Argentinos en Pixar y el paraíso de la animación

Cati Grasso, trabajando en los estudios. Foto: La Nación/Pixar 

Pero no es la única beneficiada de participar de semejante proyecto. Gastón Ugarte y Carolina López Dau, son otros dos argentinos que trabajaron en el set. El tucumano de 39 años, realiza el desarrollo de lo que antes diseño Grasso. Es supervisor de modelaje de los mundos que se crean y traduce a 3D todos esos mundos. "Tenemos que modelar árboles, rocas, vegetación… En el caso de Coco hicimos las partes del cementerio y la ciudad de Santa Cecilia, y el mundo de los muertos, que fue lo más difícil”, le contó a Infobae.

Argentinos en Pixar y el paraíso de la animación

Carolina Lopez Dau y Gastón Ugarte. Foto: Infobae/Alex Kang/Disney.

Mientras tanto, Carolina se dedicó a controlar un grupo de animadores que dieron vida a los personajes como esqueletos, pueblerinos y demás. "Trabajar acá es un sueño hecho realidad que exige mucho dedicación. La clave: colaborar uno con el otro”, confesó.

Argentinos en Pixar y el paraíso de la animación