Deuda: Alberto sumó el apoyo de Merkel y espera un guiño del Club de París
Se reunió con la canciller alemana por videoconferencia.
Esta mañana, el presidente Alberto Fernández se reunió vía videoconferencia con la canciller alemana, Ángela Merkel. El trasfondo principal del llamado fue la deuda: la Argentina enfrentará el próximo lunes 31 de mayo un vencimiento por U$D 2.400 millones con el Club de París, y espera encauzar la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por los sobrecargos y los plazos.
Merkel le expresó a Fernández que seguirá “apoyando a la Argentina para que encuentre un acuerdo sustentable con el FMI”, junto a España, Portugal, Italia y Francia. La posición de Alemania trae alivio, teniendo en cuenta que es el tercer accionista del organismo internacional después de Estados Unidos y Japón.
En relación al Club de París, el oficialismo está esperanzado con la activación de un período de gracia de dos meses -hasta fines de julio- para abonar los U$D 2.400 millones que adeuda. En el Ministerio de Economía de Martín Guzmán entienden que para lograr un buen resultado en París, también hay que hilvanar un acuerdo con el FMI para concretar una extensión de plazos y una modificación en los sobrecargos: por ese carril ocurrió parte de la conversación de Fernández con Merkel.
De esa manera, el contacto virtual de hoy resultó importante para las dos negociaciones que está encarando el Gobierno, que considera que van de la mano: lo que suceda en una, repercutirá en la otra. En ese sentido, el Presidente quedó entusiasmado con el último viaje, que incluyó una reunión con la directora del FMI, Kristalina Georgieva. Allí, los unió una visión en común sobre la situación del país y la crisis. Ahora, los ojos de Alberto se posan en Estados Unidos, el accionista más importante.
Fuego amigo
Ayer, un grupo de dirigentes, políticos y periodistas afines al kirchnerismo divulgó un comunicado por el 25 de mayo, titulado “Primero la salud y la vida, después la deuda. El presente y el futuro están en juego”. Algunas de las firmas más sobresalientes fueron las del ex juez de la Corte Suprema, Raúl Zaffaroni; el exvicepresidente, Amado Boudou; el gremialista Pablo Moyano; el comunicador Víctor Hugo Morales; y el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán.
La expresión, que partió de sectores cercanos a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, fue tomada como una bala de fuego amigo hacia Fernández, Guzmán y parte del Gabinete cercano al Presidente, en el marco de las negociaciones y los vaivenes por la deuda.
“Nuestro país se encuentra en una situación de ‘estado de necesidad’ que le impide afrontar los compromisos de deuda contraídos, especialmente con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos, bajo riesgo de afectar intereses superiores que el Estado debe proteger, en un contexto de pandemia: la vulnerabilidad social, la salud, el trabajo, la educación y la vivienda del conjunto de la población”, manifiesta el escrito, en el que se plasmó una serie de recomendaciones. Una de ellas, dicta: “Apoyar la querella criminal iniciada por el gobierno nacional contra los funcionarios actuantes del anterior Gobierno en la obtención del préstamo ‘stand by’ con el FMI”.
Así las cosas, reinan al mismo tiempo la impaciencia y el entusiasmo en Balcarce 50, a la espera de lo que suceda a nivel internacional con las negociaciones por la deuda. Mientras, el fuego amigo se hace notar recalentando las internas y condicionando las gestiones.