Mientras el Gobierno espera una fuerte desaceleración de la inflación tras la baja del impuesto PAIS, las facturas de los servicios públicos siguen llegando con fuertes aumentos a los usuarios, quienes desde este domingo deberán enfrentar un incremento en las tarifas de gas y electricidad. La suba definida por el Ejecutivo a partir de septiembre será del 4% en promedio para los hogares, las industrias y los comercios.

En tanto, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) habrá una nueva alza -esta vez del 4,48%- en los servicios de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), que implica otro revés para los alicaídos bolsillos de los consumidores, teniendo en cuenta la quita de subsidios al transporte público de colectivos en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, las restricciones en la Red SUBE y el incremento del 2,5% en combustibles.

No serán los únicos incrementos. En el noveno mes del año también habrá incrementos en los alquileres, prepagas, peajes y colegios privados.

Con respecto a las boletas de energía, el ministro de Economía, Luis Caputo, junto a su equipo de trabajo analizan las distintas variantes para llevar a cabo un nuevo ajuste. Los porcentajes que se manejan varían entre el 2% y el 4% en el precio de la electricidad y gas, vinculados a transporte y distribución. 

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Cabe recordar que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) había informado que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente a julio fue del 4%, siendo el número más bajo de la gestión libertaria. Pero esas cifras parecen lejos de la realidad cotidiana de muchos argentinos.

La inflación acumulada en lo que va del 2024 asciende al 87%, mientras que en los últimos 12 meses la variación fue del 263,4%.

Con todo, el número mensual más reciente ratificó las estimaciones del presidente Javier Milei y del titular de la cartera económica, quienes confían en que la reducción del impuesto PAIS ayudará a desacelerar aún más el IPC.

De esta manera, el indicador clave retomó la tendencia bajista -luego del 25,5% en diciembre, del 20,6% en enero, el 13,2% en febrero, el 11% en marzo, el 8,8% en abril, el 4,2% en mayo y 4,6% en junio- aunque parece muy distante del día a día de los consumidores, a quienes sus ingresos -en muchos casos paralizados o con aumentos por debajo de la inflación- no les permiten cubrir los crecientes gastos.