Aunque ayer se confirmó que el tercer año de mandato de Mauricio Macri rompió el récord de inflación del último cuarto de siglo, el alza generalizada de los precios no será prioridad para el Gobierno en el último año de gestión. En aras de conseguir la reelección, todas las apuestas del oficialismo estarán puestas en conseguir la estabilidad financiera.

Tal como había anticipado ElCanciller, el temor más grande de quienes dirigen la campaña electoral del oficialismo, es decir, Marcos Peña y Jaime Durán Barba, es una nueva corrida cambiaria, que vuelva a exponer las vulnerabilidades del plan económico de Macri. Por eso, las esperanzas están puestas en que el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, logre controlar la divisa, aunque sea a fuerza de mantener las súper tasas y generar más recesión económica.

En ese sentido, tampoco se espera una fuerte recuperación del salario y mucho menos del consumo, puesto que el aumento de la oferta de dinero puede hacer desconfiar a los mercados y llevarlos a dolarizar carteras, haciendo trepar el precio de la divisa.

Van der Kooy: "El macrismo le concede ahora más valor a la estabilidad financiera que a la inflación"

La rebelión de los mercados antecedió el año pasado el severo proceso recesivo”, escribió Eduardo Van der Kooy en su columna en Clarín. Señala, además, que la recuperación financiera es, para el Gobierno, el paso más importante para la recuperación de la economía.

No hay ninguna señal clara de que la inflación vaya a bajar pronto. De hecho, desde el Banco Central ni siquiera lo tienen como prioridad. La política de los tarifazos, que se extenderá hasta marzo en algunos sectores pero en otros incluso habrá aumentos hasta mayo, también impactará directamente en los precios y alimentará el espiral que viene generando más de 100% de inflación en los tres años de Macri, presidente que, dicho sea de paso, sostuvo que era el problema más fácil de solucionar y hoy sus palabras le juegan en contra.

Las consultoras privadas estiman la inflación 2019 en 30%, mientras que el oficialismo asegura que será 23%.

Los aumentos están entre las variables de las consultoras privadas. Por eso, ninguna estima que el aumento generalizado de los precios estará por debajo del 30%, a pesar de que el presupuesto oficialista dice que será 23%. Ni siquiera es claro que en el año electoral habrá una recuperación de los salarios, algo que algunos anticipaban después del pésimo 2018 y las necesidades de mejorar la percepción en el Gobierno para ganar los votos.

Las línea de paritarias oficialistas está el 23%. Algunos gremios incluso ya la cerraron. Es cierto que la cláusula gatillo no aparece hoy tan vetada como el año pasado. Entonces, a pesar de cerrar malas paritarias, los gremios podrían ganar algunos puntos contra los precios, aunque por supuesto que estarán muy lejos de empatar con la pérdida de 2018, año en que los salarios perdieron por más de 20% contra la inflación y se reflejó una caída del poder adquisitivo en torno al 12%.