El expresidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, reapareció con un paper universitario en el que reivindicó el programa “gradualista” implementado por el equipo económico del Gobierno en los primeros dos años de mandato. El economista puntualizó que el golpe a la independencia del BCRA que supuso la conferencia de prensa de Marcos Peña, el 28 de diciembre de 2017, supuso una pérdida de credibilidad del oficialismo. 

Más allá de la acusación, el documento realiza un detallado análisis sobre el derrotero de los distintos planes macroeconómicos implementados a lo largo de los cuatro años del Gobierno: desde el optimismo reinante, pasando por las razones que llevaron a la crisis de 2018 hasta los fallidos intentos -salvatajes del FMI mediante- para estabilizar la situación desde entonces. 

En una confesión de exceso de optimismo, Sturzenegger aseguró que el programa económico inicial contemplaba un crecimiento del 3% anual en los primeros años y, para 2019, un país creciendo al ritmo del 5% anual. El economista da cuenta de que los cálculos estuvieron lejos de la realidad.

El paper, publicado originalmente en inglés, se titula: “Macro de Macri: el camino sinuoso a la estabilidad y el crecimiento”. En el texto, Sturzenegger asegura que la mayor falencia del gobierno fue la “falta de progreso en el frente fiscal”, en tanto que remarca que la herencia recibida fue mucho más dura de lo que creían. 

“Si el Banco Central hubiera sido independiente, no se habría producido el cambio en las políticas y la anulación de las expectativas después de 28D”, consigna. En esa ocasión, luego del triunfo en las elecciones de medio término, el jefe de Gabinete encabezó una conferencia junto al equipo económico en el que flexibilizó el programa monetario, ampliando las metas de inflación. Los mercados vieron la jugada con desconfianza y dudaron de la independencia del BCRA.

“El 28D había señalado que el gobierno asignó un costo de inflación más bajo que previamente esperado. Esto implicaba que la tasa de incumplimiento de equilibrio aumentaba y el sector privado pediría una tasa ex ante más alta”, agregó. La conclusión final del economista es que la pérdida de independencia del Banco Central acentúo también la crisis post PASO, puesto que si los mercados hubiesen confiado en la entidad trabajaba alejada del rumbo político, no habría entrado en duda la voluntad de pago del país.