El Gobierno tiene que dejar de hablar de metas de inflación, centrar sus esfuerzos en controlar el crecimiento del gasto público primario, en términos nominales y no como porcentaje del PBI”, explicó, en tanto que agregó: “Los dólares que se están yendo son los que nunca debieron entrar. El Gobierno no debe preocuparse en retenerlos y no debe buscar aumentar reservas con dólares del carry-trade”.

"El curso futuro de la inflación va a estar determinado fundamentalmente por el ritmo al que aumente el gasto primario del gobierno en términos nominales, el ritmo al que aumente el precio del dólar y el ritmo al que aumenten los salarios. Si hay déficit fiscal, habrá sobrevaluación del peso por un período que puede llegar a ser bastante largo. Por consiguiente, se percibirá en la economía un atraso cambiario preocupante para exportadores".