La aprobación en el Senado de la Ley Bases, que ahora deberá ser ratificada por Diputados, incluye el desembarco del controvertido Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), que el oficialismo asegura que le abrirá las puertas a una ola de capitales, revitalizando sectores cruciales de la economía como la energía y la minería.

A grandes trazos, el RIGI es un esquema de flexibilización impositiva, aduanera y cambiaria que busca incentivar que las compañías inviertan más de USD 200 millones en la Argentina con una estabilidad fiscal a 30 años.

Desde el Gobierno, destacan que las empresas de energía y minería tienen proyectos que suman unos USD 100.000 millones para la próxima década.

La lista de obras es liderada por la construcción de gasoductos y oleoductos que transporten gas y petróleo no convencional a puertos exportadores y zonas alejadas de yacimientos hidrocarburíferos. También, la construcción de nuevos puertos exportadores.

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En materia minera, podrían llegar empresas dispuestas a invertir en obras vinculadas al litio, mientras que en cuanto a energía verde, pueden llegar capitales para construir parques solares y eólicos.

Hay al menos cinco grandes proyectos energéticos y mineros que se verán favorecidos por el RIGI. El megayacimiento no convencional de Vaca Muerta puede ser el gran capitalizador de las nuevas leyes aprobadas por el Congreso. 

Entre las principales inversiones en este momento, se anotan YPF con USD 4.400 millones, PAE (USD 1.600 millones), Vista (USD 1.000 millones), Tecpetrol (USD 500 millones), Shell (con USD 400 millones) y CGC (USD 360 millones), entre otras. Si a esto se suma el potencial que aportará el RIGI, la lista de inversiones posibles es mucho mayor.

En materia de energía, el principal proyecto atado al RIGI es la planta de GNL de YPF y Petronas, con una inversión inicial de USD 360 millones en partes iguales. Incluso, Petronas confirmó el inicio de la construcción de una unidad flotante de procesamiento de Gas Natural Licuado (GNL), para operar en conjunto con YPF y poder exportar a partir de 2027 el gas de Vaca Muerta. Este proyecto, llamado ARGLNG, busca alcanzar en la próxima década una exportación de 120 mm3/d por un valor de USD 16.000 millones.

A esto, se suma la perforación del primer pozo de hidrocarburos offshore en la Cuenca Norte del Mar Argentino. Especialistas estiman que generará inversiones por USD 40.000 millones y la contratación de más de 100.000 trabajadores

Lo impactante de este proyecto es que podría tener un potencial incluso superior a Vaca Muerta. Pero claro, hay que sacar el fluido del fondo del mar, a 4.000 metros de profundidad, algo que Argentina nunca pudo desarrollar a gran escala. 

A estas iniciativas se suma la iniciativa para convertir a Río Negro en un polo mundial de exportador de hidrógeno verde. Llamado Proyecto Fortescue, implicaría inversiones por unos USD 10.000 millones. Se podrían producir más de 2 millones de toneladas anuales de energía limpia, un número que representa la demanda de unos 15 millones de hogares.

En materia minera, los programas en desarrollo incluyen extracciones de cobre que generarían inversiones por más de USD 20.000 millones. La proyección de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) estimó que en una década la demanda de este metal en el mundo puede crecer a casi 10 millones de toneladas, y recomienda que la Argentina se posicione a gran velocidad para satisfacer a parte de esos compradores.

El RIGI mantiene el monto base para las inversiones de USD 200 millones para foresto industria, infraestructura, minería, energía, tecnología, turismo, petróleo y gas, y siderúrgica. Además, los proyectos allí incluidos deberán destinar, como mínimo, el 20% del monto total de la inversión a contratar proveedores nacionales.