Estabilidad del dólar y (leve) repunte del consumo. En esas dos claves económicas están ancladas las ilusiones de Mauricio Macri de ganar en octubre. Por eso, el Gobierno se prepara para contener una eventual corrida el día después de las primarias del domingo, con un plan de contingencia elaborado por el Banco Central, según explica Marcelo Bonelli en su panorama empresarial de este viernes en Clarín.

El "plan secreto" al que hace mención el columnista busca "mantener el dólar bajo control, y dar respuesta a cualquier turbulencia que pueda ocasionar un eventual resultado adverso a la Casa Rosada. Guido Sandleris comunicó la estrategia a la Jefatura de Gabinete y el paquete tiene total aval de la Casa Rosada", dice Bonelli.

Mayor ortodoxia, más intervención en el mercado de futuros, tasa más alta y, si hace falta, un permiso diario del Fondo para vender divisas desde el Central son parte de las medidas "excepcionales" que Sandleris propuso para evitar complicaciones con la divisa que alteren las chances de una reelección. 

La economía juega fuerte en la campaña. Las declaraciones de Alberto Fernández respecto al destino que le daría al cese del pago de los intereses de las Leliq encendió las alertas en los mercados. Se lo acusó de buscar una corrida, que el candidato desestimó. 

Desde el oficialismo se tomaron medidas para controlar la tasa y el dólar -que ayer cerró a la baja, a $46,47 y $45,29 para venta minorista y mayorista-, y otras para impulsar el consumo interno, como reactivar el plan Ahora 12.

Ampliar contenido

La incertidumbre que genera la fuerte polarización entre los dos candidatos de las principales fuerzas de cara a los resultados del domingo marcaron el paso de los últimos días, y los escenarios posibles que dejarían las PASO. 

Algunos sondeos marcan una leve diferencia de votos entre Mauricio Macri y Alberto Fernández, que dejaría abierto el panorama para que cualquiera de los dos candidatos en un eventual ballottage. Pero no se descarta una diferencia más abultada que podría terminar proyectándose como un triunfo en primera vuelta. 

En Provincia, los números son menos alentadores para el oficialismo: la unificación con las elecciones nacionales le juega más en contra a María Eugenia Vidal, que debe sortear la imagen negativa de Macri en el conurbano frente a la buena base que mantiene Cristina Kirchner y arrastra a Axel Kicillof. 

El jueves en el cierre de campaña de los candidatos a la gobernación bonaerense, estuvieron presentes tanto Macri como Cristina acompañando a sus candidatos. Con un fuerte llamado a votar el domingo, a sabiendas de que los resultados de la provincia más populosa del país marcan el pulso de nacional. 

Alberto Fernández, por su parte, apostó en Córdoba su última ficha, en plan conquista del electorado que en 2015 le dio el batacazo final a Cambiemos.