Quien se perfila como la futura canciller de Javier Milei, Diana Mondino, aseguró que el nuevo gobierno reevaluará la entrada a BRICS, ya que "no hay ventaja relativa en formar parte" y agregó que, a pesar de tener la invitación, “Argentina todavía no formalizó nada”. 

“Aunque esos temas estuvieran ya avanzados, la preocupación nuestra es estar abiertos al multilateralismo y tratar de participar en la mayor cantidad de organizaciones que nos permitan el respeto del derecho internacional, del respeto de los derechos humanos, abrir el comercio internacional”, resaltó la referente de La Libertad Avanza en una entrevista con el diario Clarín.

“Argentina fue invitada a formar parte, que entiendo yo que es efectivo a partir del 1 de enero. Nosotros todavía no somos miembros. Cuando lo seamos, podemos reevaluar. Lo que hasta ahora hemos visto es que no hay una ventaja relativa en formar parte de los BRICS. Debemos concentrarnos en las urgencias”, explicó.  

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A lo largo del reportaje, Mondino remarcó que Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (motivo de la sigla BRICS) -la alianza que en agosto pasado invitó formalmente a la Argentina y a otros a otros cinco países de Asia y África a incorporarse- “están más vinculados a un alineamiento político que a ventajas que pudiera haber para el comercio entre países”. 

Además destacó: “Con la mayoría de los BRICS ya tenemos relaciones diplomáticas comerciales”. 

La admisión de Argentina al bloque puso en el centro de la escena al grupo de economías emergentes creado en 2006, y su papel en el comercio exterior, además de generar controversias en medio de la campaña presidencial. De cara a las generales de octubre, tanto Milei como la entonces candidata de Juntos por el Cambio y ahora aliada del Presidente electo libertario, Patricia Bullrich, se opusieron rotundamente a la incorporación del país a BRICS. 

Si bien el ingreso oficial como miembro pleno del organismo será el 1 de enero de 2024, aquella polémica será ahora eje de un debate sobre los beneficios concretos que implicarían para Argentina ser parte del grupo de economías emergentes que actualmente representa más del 42% de la población mundial, el 30% del territorio del planeta, el 23% del Producto Bruto Interno (PIB) y el 18% del comercio a nivel internacional. Además, los integrantes del BRICS concentran el 16% de las exportaciones y el 15% de las importaciones de bienes y servicios de todo el mundo.

El bloque comercial nació en 2006 por iniciativa de Brasil, Rusia, India y China, países a los que en 2010 se sumó Sudáfrica. Más allá de su diversidad, el grupo de economías emergentes apuesta desde sus comienzos por el multilateralismo frente al mundo unipolar dominado por los Estados e instituciones occidentales.

El Gobierno saliente de Fernández ha señalado en los últimos meses que la entrada argentina a BRICS es clave para potenciar el desarrollo económico de 14 provincias, ya que ocho de ellas tienen como principal destino de sus exportaciones a China, cuatro a Brasil y dos a India.

No obstante, durante su campaña electoral, Milei ha señalado en varias ocasiones que está en contra del comercio con países “comunistas” y menospreció la relación bilateral oficial tanto con Brasil como con China. Además, el libertario afirmó que el vínculo con esas naciones, bajo su administración del Estado, será “entre privados”.