Martín Guzmán era el "tapado" que guardaba Alberto Fernández. De 37 años, el nuevo ministro de Economía llegará al edificio de Hipólito Irigoyen sin gestión previa en políticas públicas. Sin embargo, un abultado respaldo académico y su especialización en reestucturaciones de deuda entusiasmaron al presidente electo, que supeditará el devenir económico y financiero de la Argentina en un hombre de bajo perfil.

A principios de octubre, cuando infinidad de versiones ubicaban a Guillermo Nielsen, Matías Kulfas, Emmanuel Álvarez Agis y Martín Redrado en el cargo, su nombre apareció por primera vez en el radar cuando recibió a Sergio Massa en Nueva York. El tigrense había viajado hasta los Estados Unidos para bajar tranquilidad a los mercados, ahuyentados ante el retorno del kirchnerismo al poder. Recurrió a él para orientar sus ideas en torno al pasivo que deberá afrontar el país con el Fondo Monetario Internacional y acreedores privados.

Radicado en Rhode Island desde 2008 cuando terminó sus estudios en La Plata, realizó un doctorado en la Universidad de Brown y empezó a construir una carrera en la Universidad de Columbia. Allí conoció a Joseph Stiglitz, el premio Nobel de Economía fetiche de Cristina Kirchner, siempre crítico de las políticas adoptadas por el organismo multilateral que hoy preside Kristalina Georgieva.

Estudioso de los papers macroeconómicos de su mentor estadounidense, se desempeñó como investigador en la Escuela de Negocios y director de la Iniciativa para el Diálogo sobre Políticas (IPD) en una de las casas de estudios más renombradas de Norteamérica.

Guzmán diagramó ante Massa un escenario que sembró confianza en Alberto Fernández. Como primera medida, sugirió no aceptar el último desembolso programado por el FMI con el gobierno de Mauricio Macri. En su proyecto, presentó también el pedido de un período de gracia de tres años y una oferta a los tenedores privados que implique una quita de capital e intereses. “Es un tipo serio. Muy formado académicamente, que tiene muy claros los temas de mercados de capitales”, lo elogió el próximo presidente de la Cámara de Diputados unos días atrás.

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Sus detractores aseguran que no tiene experiencia de gestión. Pero en el Frente de Todos subrayan la carrera académica y recuerdan que otros ex ministros, como Axel Kicillof, tampoco tenían trayectoria en la función pública. “Es un hombre jóven y muy preparado, que conoce muy bien el conflicto de la deuda”, fue presentado por Fernández este viernes, en el anuncio del Gabinete.

A pesar de que vivía en Estados Unidos, Guzmán nunca se desvinculó del todo de la Argentina, ya que da clases en la Universidad de Buenos Aires y pasaba varios meses al año en el país. Llegará al nuevo gobierno con el objetivo de reencauzar el rumbo económico del país, sumido en la recesión, la inflación crónica y una pobreza que, según datos de la UCA, supera al 40% de la población.