Según estimaciones presentadas por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA), la pobreza fue del 49,9% y la indigencia llegó al 12,3% en el tercer trimestre del 2024. Si bien las cifras reflejan una suba interanual, muestran una tendencia descendente respecto del primer semestre del año, cuando había alcanzado al 55,5% y al 17,5% de la población, respectivamente.

El relevamiento elaborado por la UCA representó una suba de 5,2 puntos en relación con el mismo período de 2023, cuando fue de 44,7%, mientras que en el otro segmento hubo un salto de 2,7 unidades en la comparación interanual y se trata de los valores más elevados desde 2004 para el período. Con todo, son datos también menores al 51% y 15,8% registrados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) en el segundo trimestre.

La UCA estimó que en Argentina fueron 23,2 millones de personas que no pudieron cubrir el total de gastos para acceder a la Canasta Básica Total (CBT), mientras que otros seis millones estuvieron en esa situación con la Canasta Básica Alimentaria (CBA).

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En esta línea, el último informe del Observatorio explicó que el aumento de la pobreza y la indigencia durante este año se explica por los efectos de la devaluación y las políticas de ajuste aplicadas a partir de la asunción de Javier Milei.

En el caso de los niños, los datos son alarmante y la cifra empeoró. Más de seis de cada diez menores de 17 años son pobres (el 65,5%) y casi dos de cada diez (19,2%), indigentes, es decir la situación más "extrema". En igual período de 2023, en este segmento los números eran de 62,9% y 16,2%, respectivamente.

De acuerdo con la ponderación del equipo de la universidad, la tasa de pobreza se elevaría del 49,9% al 54,1% sin la Asignación Universal por Hijo (AUH).

En relación a esto último, y en línea con la CBA, el estudio mostró que la privación alimentaria fue un fenómeno que se agudizó en los últimos tres años y que en 2024 llegó al 24,3% de los hogares.

Asimismo, el informe señala que entre el 2022 y el 2024 los ingresos laborales reales cayeron casi 19%, con marcadas diferencias según el tipo de empleo: la reducción fue de 12,6% en los puestos de trabajo registrados y de más de 20% en el caso de los informales.

El ODSA, finalmente, muestra el panorama de los tres estratos de la sociedad: un 3% de los hogares integran la elite económica; en la clase media, un 27% pertenece al sector integrado y un 40% al llamado tradicional; mientras que un 30% de las familias están subsumidas en la pobreza estructural.