La clase media se achica cada vez más y ya representa apenas el 45% de la población porteña, mientras que la indigencia llegó a un nivel récord en la Ciudad de Buenos Aires, según un informe oficial, que destacó asimismo que un tercio de los pobres en el distrito más rico de Argentina son menores de 17 años.

El informe, de la Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad, precisó que en un año la indigencia subió del 7,5% al 10,2% (315.000 personas), llevando la pobreza al 27% (830.000 personas) versus un 23,6% registrado en 2022. 

Los hogares encabezados por mujeres son los más afectados por la pobreza, el 24,4%, mientras que si hay un varón al frente del hogar, el índice disminuye al 18%, subrayó.

En medio de la disparada inflacionaria, los ingresos de la población caen en picada. El escenario se complica aún más si se tiene en cuenta que los datos corresponden al segundo trimestre, es decir, todavía no se vio reflejado el nivel récord del costo de vida alcanzado en agosto, del 12,4%, el más alto en 21 años.

Un dato curioso es que la pobreza aumenta a pesar de que el empleo en la Ciudad de Buenos Aires alcanzó un nuevo récord, lo cual grafica que tener un trabajo estable ya no garantiza evitar caer entre los estratos más pobres, según los especialistas.

Por su parte, el 39,6% de los niños, niñas y adolescentes (de 0 a 17 años) residen en hogares en condición de pobreza (271.500 personas en ese grupo de edad). Un año atrás, era de 38,4%.

En la zona Sur de la Capital es donde se registran los mayores niveles de indigencia, pobreza, vulnerabilidad social y pobreza infantil.

De acuerdo al reporte, del conjunto de hogares y personas en situación de pobreza, los que están en situación extrema (indigencia) se incrementaron del 35% al 38%.

Una de las razones por las que mucha gente es pobre aunque tenga empleo es que los aumentos nominales en los ingresos laborales y no laborales (como jubilaciones y ayudas sociales) quedaron por debajo de la suba de los precios, que ronda el 120% anual.

La pérdida de ingresos se detecta en todas las categorías ocupacionales, y se traduce en un empobrecimiento de los trabajadores con empleo, estén registrados o no.

Desde el inicio de la medición porteña, la pobreza pasó del 16,4% en el segundo trimestre de 2015 al 22,1% en 2019 y al 27% en la actualidad.