"Las visitas a las páginas de inmobiliarias cayeron entre el 40%y el 50%, y la cantidad de consultas por compraventa bajaron en un 80 y un 90%", explica el corredor Santiago Magnin: "En nuestro caso cayó 90%. En vez de diez consultas, tenemos una. Por eso cuando se reactiven las ventas no vamos a tener mucho trabajo".

El 2020 comenzó con un récord: viene siendo el año con la menor cantidad de escrituras de la Ciudad en la historia, como consecuencia de la baja en la venta de propiedades. La caída se venía arrastrando desde el año anterior, pero el coronavirus terminó de paralizar el sector.

"Tristemente hoy las ventas de propiedades están en cero porque es ilegal para los escribanos escriturar. Por lo tanto, no podemos cerrar las operaciones reservadas, reforzadas y conformadas por los propietarios", sostiene el corredor Santiago Magnin. Y agrega: "Tenemos operaciones que se cerraron antes de la cuarentena y no se pueden escriturar tampoco".

Departamento a la venta.

No solo para las escribanías porteñas fue el peor mes enero, sino también para las inmobiliarias. "Enero y febrero fueron los peores meses de toda la historia en cantidad de transacciones. Sucedió eso porque el mercado estaba ajustando por cantidad y no por precio", sostiene el licenciado en administración de empresas.

Magnin explica que "cada año que pasa es peor, 2019 fue peor que 2018 y 2020, peor que el anterior. Todo el tiempo se baten récords".

Pese a que hubo devaluaciones no se vieron afectados los precios de las propiedades a la baja. Magnin sostiene que "como los vendedores no cedieron en los precios, se hicieron muchísimas menos transacciones".

Las inmobiliarias a la espera del fin de la cuarentena. Foto: NA/ MARCELO CAPECE.

La cotización del dólar paralelo siempre afecta al mercado inmobiliario, ya sea en precio o en cantidad de transacciones. "Durante la cuarentena hubo una fuerte devaluación porque subió el blue de $80 a $120. Ese 50% de devaluación hace muchísimo más difícil de acceder a la vivienda para la clase media que gana en pesos, y no tiene aumento de sueldo", afirma.

Asimismo, son los barrios del corredor oeste y sur de la Capital (Almagro, Villa Crespo, La Boca, Barracas y San Telmo), a los que les afecta más la cotización. A diferencia de lo que sucede con propiedades ubicadas en el sector norte (Retiro, Palermo, Recoleta, Belgrano y Nuñez), que pueden resistir a un dólar más caro.

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Atravesar la cuarentena

En tiempo de aislamiento obligatorio, las inmobiliarias intentan sobrevivir de distintas formas. "Muchas hacen administración de alquileres y cobran un poco de eso. En cambio, otras hacen solo alquileres y ventas, en ese caso no facturan nada. Nosotros hacemos ventas y no facturamos hasta que se termine este período", sostiene Magnin.

El corredor mantiene la estructura "descapitalizándose", utiliza sus ahorros para pagar la oficina, los sueldos, las cargas sociales, los avisos en Zonaprop, Argenprop y Mercado Libre.

Futuro

Las inmobiliarias y escribanías están a la espera de una reactivación. "Espero que en mayo se pueda trabajar, en ese caso tendremos un número super bajo de operaciones", explica Magnin.

Aunque aclara que la actividad inmobiliaria es "cíclica, excepto este año". Por lo general, con el avanzar del año "más transacciones se concretan".

A la espera de la baja de precios para nuevas compraventas.

Pese a la difícil situación que atraviesa el sector, el corredor cree que puede repuntar si los precios se ajustan fuertemente a la baja poscuarentena. "Si las propiedades salen un 20 o 30% menos, van a haber buenas oportunidades y muchas transacciones", afirma.