“Empapelan la calle”, dijo el candidato Diego Santilli, días después de que Martín Tetaz, aspirante al mismo cargo pero del otro lado de la General Paz, disparara billetes falsos con una pistola en las pantallas de la TV argentina parodiando lo que la oposición denomina el “Plan Platita”. La desaceleración que venía manifestándose en los índices de inflación desde el año pasado se revirtió y en los últimos meses la escalada de precios fue cada vez mayor. Sin embargo, en distintos países del mundo también se registró un aumento inflacionario. Entonces, ¿se trata de un fenómeno estrictamente argentino o el contexto mundial tiene algo que ver?

Se infla el Globo

Si hay razones por las que los pronósticos de repunte del crecimiento tras la pandemia pasaron de prometedores a realistas, son la divergencia, la deuda y la inflación. Las “tres piedras” que mencionó la directora del FMI Kristalina Georgieva, que hunden unos centímetros bajo el agua a la precaria balsa de la recuperación global.

Los datos le dan la razón a la búlgara: en octubre, Alemania registró un crecimiento de precios del 4,5% contra el mismo mes del año pasado –la más alta desde 1993– y España rompió casi la misma racha con 5,5% y el mes anterior, sus precios mayoristas mostraron un sorprendente incremento interanual del 23,6%. Al otro lado del Océano Atlántico, Estados Unidos lleva un acumulado de 5,3% cuando en todo 2020 fue de 1,4%. La tendencia en el resto del mundo es similar.

Los infladores

Lo cierto es que este fenómeno global, como casi todo en economía, es multicausal. Por un lado, diversas industrias tuvieron que cerrar temporalmente producto de la pandemia, algo que complicó la producción en muchos rubros. Eso, sumado a los problemas de logística en las cadenas de suministros por las restricciones sanitarias en EE.UU. y China, generó faltantes en todos los países. “Se produjo un atascamiento de barcos que no podían descargar y, por lo tanto, tampoco regresar a otros puertos y volver a cargar mercadería en sus containers. Todo eso generó sobrecostos”, explicó Héctor Rubini, economista de la Universidad del Salvador (USAL).

La aceleración de la inflación: ¿problema argentino o fenómeno mundial pospandemia?

Además, en Europa y Norteamérica el valor de la energía también se trasladó a los precios; mientras que la intención del país asiático de adaptarse a la agenda ambiental disminuyendo la explotación de carbón redujo en gran medida la producción de manufacturas en todo el mundo.

Es decir, existe una considerable merma en la oferta. Pero no fue lo único: la flexibilización de las restricciones generó un “boom” en el otro principio básico de la economía. La gente se vacunó, salió a la calle y, como era de esperarse, consumió. “Aumenta la demanda y suben los costos, esto genera una presión altista de los precios por las dos fuerzas”, sostuvo Rubini.

Plan Platita

Para Luciano Laspina, diputado nacional del PRO, “en Argentina el proceso es absolutamente distinto, no hay una demanda reprimida que haya explotado; más bien todo lo contrario, el salario real está cayendo y la inflación tiene que ver estrictamente con la emisión monetaria”. No obstante, el economista que dialogó con El Canciller desde la movilización en Dolores para “bancar” al expresidente Mauricio Macri a propósito de su situación judicial, después aclaró: “Seguramente hubo algo de eso. Pero estamos hablando de niveles inflacionarios del 60%, bajo ningún punto de vista se puede justificar por una aceleración puntual de la demanda”.

En Juntos por el Cambio consideran que los números que registra el país no se pueden explicar por causas de precios relativos, de semiconductores, de cuellos de botellas o de si la demanda o el mercado laboral está recalentado. “Son las discusiones del primer mundo, de un dígito, no de dos. Pero cuando vos tenés la inflación que tiene Argentina actualmente, es imposible que no haya un proceso fiscal y monetario por detrás”, explicó Laspina.

“Esta cuestión global potenciará nuestros problemas, pero más bien a futuro”, aportó Rubini, quien cree que el problema global durará por lo menos “hasta mayo o junio del año que viene”. “Es un problema físico, de la economía real. Corrigiendo lo monetario no corregís esto”, mantuvo. La titular del Banco Central Europeo y ex FMI, Christine Lagarde, por su parte, reconoció que la inflación mundial durará “más que lo esperado”.