Recta final hacia el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El Gobierno busca el equilibrio entre el organismo multilateral y el sector interno más radicalizado del Frente de Todos (FDT). En la batahola, trascendió esta semana un borrador del entendimiento con algunos puntos delicados vinculados al sistema previsional argentino y en nombre de la “racionalización del gasto”. El revuelo dejó una pregunta resonando en el tintero: ¿el acuerdo devendrá en mayor ajuste para los jubilados?

Regímenes especiales y “prolongación voluntaria”

“Evaluación de los regímenes especiales previsionales”, rezó el documento no oficial que se encargó de oficializar –de forma tácita– Alberto Fernández cuando, frente a la hipótesis generalizada de qué esas seis palabras implicarían un retoque en el régimen de los docentes, aclaró que en realidad se hacía alusión a los jueces y embajadores. “La diferencia es muy grande y no es para docentes”, despejó el jefe de Estado. Algo que luego ratificó el ministro Martín Guzmán cuando precisó que el estudio abarcaría a aquellas partes del sistema especificadas en la Ley 27.546.

Pero, para pesar de la Casa Rosada, ese no fue el único punto discutido desde el interior de la coalición gobernante. “Evaluación de los mecanismos que favorezcan la prolongación voluntaria de la vida laboral de las personas”, fue uno de los ítems. Fernanda Vallejos, alfil de Cristina Kirchner en la Cámara de Diputados hasta 2021, destacó el enunciado y remarcó una vez más la distancia con el dispositivo albertista: “¿Diferencias con lo que firmó (Mauricio) Macri? NO”. A su vez, cerró: “¿Dos años negociando para que nos metan un refrito de lo que firmó Macri en 2018? ¿En serio?”.

En contrapartida a la sensación de que se vendrán modificaciones de corte flexibilizador en las jubilaciones, Guzmán twitteó que “no habrá ninguna reforma previsional”. ¿Entonces qué significa el concepto de “prolongación voluntaria”? El experto previsionalista Miguel Fernández Pastor escuchó esa misma consulta por parte de El Canciller y respondió: “Nada”. Después, desarrolló: “Es una frase hecha. De hecho, ya ocurre. Si el empleador y empleado están de acuerdo en que éste último se quede en forma voluntaria, no hay nada que lo impida”. El exdirector del Centro Interamericano de Estudios de la Seguridad Social (CIESS) consideró que, además, se trata de una “política errónea, porque cada vez que un viejo se queda a trabajar es un joven que no entra”.

Agua bajo el puente

Para Fernández Pastor, estos estudios asociados al entendimiento con el FMI “van a salir mal” y sostuvo: “Es la misma idea de fondo con la que funcionó la reforma de Macri”. El especialista opinó que “con paz social, no hay margen para ajustar”, por la delicada situación económica del país y de los jubilados en particular. Más allá de eso, advirtió: “Hoy ya casi no existe la moratoria. Por lo tanto, el proceso de achique se hace solo, no hace falta que el Fondo toque nada”.

Por eso, el extitular de CIESS esgrimió su propia hipótesis: que el Gobierno dejará pasar el tiempo y que el objetivo detrás de los condicionamientos del organismo multilateral es lograr la reprivatización del sistema previsional. Lo cierto es que existe una vinculación directa con el principal acreedor de la Argentina: BlackRock, un holding estadounidense financiado a través de fondos de pensión alrededor del globo y que, en tanto, busca absorberlos. “Nos dieron el crédito más grande de la historia del FMI porque era una forma de presionarnos para volver a los fondos de pensión que habían sido estatizados”, aseveró Fernández Pastor.

El experto recordó que “todas las películas de reforma del sistema previsional empezaron de la misma manera, con argumentos banales, cuestiones menores, preámbulos y fuegos de artificio”, como los puntos del entendimiento que refieren a las jubilaciones, “a partir de los cuales el FMI presionará para tratar de lograr la reprivatización, que es el negocio moderno de hiperconcentración de la riqueza”.