Con las agrupaciones de la Mesa de Enlace fuera de las negociaciones, desde los sectores industriales y del agro, junto con la Cámara de la Construcción y Servicios y la de Comercio se plantean una serie de cuestiones que consideran urgentes e innegociables para avanzar en una agenda común. De cara a la reunión del gobierno con el Consejo de Agroindustria y con el Coloquio de Identidad, ambas para el 14 de octubre, pasando por la visita de una comitiva del FMI, la agenda empresaria está a la orden del día para el oficialismo.

Desde la UIA marcaron los siguientes pedidos:

  1. Reforma tributaria y laboral: la primera dentro de la agenda del oficialismo pero no la segunda. No obstante, desde la AEA ya avanzaron con la conducción de la CGT en delinear un plan convenio por convenio.
  2. Hay un reclamo grande por financiamiento. El proyecto “Banca de desarrollo federal y perfil productivo” sería el eje, más allá de otros instrumentos como el Fondo de garantías argentino (FOGAR),
  3. Terminar con el congelamiento de precios, quizás uno de los temas de mayor tensión con el Ejecutivo que intenta sostener sus pautas de inflación para el resto del año.

En tanto, desde los sectores de la agroindustria los reclamos tendrán que ver con:

  1. Avanzar con el proyecto “Estrategia de Reactivación Agroindustrial Exportadora Inclusiva, Sustentable y Federal-Plan 2020-2030”, que impulsa el CAA para aumentar las exportaciones en alrededor de 35 mil millones de dólares hasta llegar a los 100 mil millones de dólares en 2030. El plan tiene entre sus objetivos fundamentales la generación de empleo, tanto en las ciudades como en el interior del país, con inclusión social, desarrollo sustentable e impacto fiscal neutro.
  2. Bajar las retenciones a la soja a un 25% en forma inmediata (bastante más que los tres puntos del gobierno) y, de ahí, avanzar en forma progresiva al eliminar la alícuota. La propuesta tensiona fuertemente los equilibrios macroeconómicos que el Frente de Todos aspira a tener en el Presupuesto 2021.

Por su parte, los principales lineamientos de la Cámara de la Construcción, uno de los sectores más afectados por la pandemia, promueven dos proyectos de ley que plantean:

  1. Beneficios impositivos para estimular la inversión en proyectos nuevos.
  2. Exención durante tres años del impuesto sobre Bienes personales para los activos financieros que se apliquen a nuevas construcciones.
  3. Diferir el pago del Impuesto a las Ganancias y del Impuesto sobre las Transferencias de Inmuebles que se corresponda al aporte de un inmueble a un proyecto de construcción hasta el momento de finalizada o cobrada la obra.
  4. La creación de un Fondo Fiduciario de Cobertura y Promoción para brindar sustentabilidad al Sistema de Crédito Hipotecario.