El gobierno que asuma el mandato a partir del 10 de diciembre tendrá que afrontar compromisos por casi USD 20.000 millones ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) en cuatro años, según el cronograma de vencimientos revelado por el organismo multilateral. Teniendo en cuenta esa proyección, cancelar la deuda total con el Fondo demandaría 20 años.

A la luz de los números, la tarea de cumplir con el FMI será muy desafiante y exigente de aquí en más, por la magnitud de los vencimientos de deuda que Argentina tiene que afrontar en los próximos años.

Tras los intereses y sobrecargos pagados el viernes último con el sorpresivo préstamo de Qatar gestionado por Massa, la deuda argentina con el Fondo, contraída en 2018 por el expresidente Mauricio Macri y reestructurada en 2022 por el exministro Martin Guzmán, asciende a USD 37.784 millones.

Pero si en la segunda quincena de agosto, después de las PASO, el FMI desembolsa los USD 7.500 millones previstos, la deuda volvería a subir a USD 45.089 millones.

La casi totalidad de esa deuda, incluyendo intereses y sobrecargos, vence antes del marzo de 2033 por USD 52.641 millones -y se prolonga hasta 2043 por los intereses y sobrecargos que a partir de 2034 representan USD 271 millones por año en 10 años- totalizando unos USD 55.425 millones.

Hasta fin de este año vencen USD 4.477 millones, de los cuales USD 750 millones corresponden a intereses que vencen el 1 de noviembre, mientras que el próximo vencimiento de capital es el 21 de septiembre por 914 millones de dólares.

En 2024 vencen 5.274 millones de derechos especiales de giro (DEG), equivalentes a USD 7.051 millones, de los cuales 2.470 millones son intereses.

En tanto, en 2025 la suma a pagar desciende a 1.750 millones de DEG, para volver a trepar en 2026 a 2.580 millones de DEG. En 2027 deberán afrontarse 4.871 millones de DEG y habrá que afrontar valores similares año a año hasta 2032.

Las diferentes posturas de cara a las PASO

En medio de la campaña electoral, el ministro de Economía y precandidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, se inclinó hasta el momento por tratar de acumular reservas para pagar todo lo adeudado al Fondo, mientras pregona que la meta final es lograr que “se vayan de la Argentina” y dejar de depender de las presiones del organismo sobre las políticas fiscales, monetarias y económicas del país.

Por su parte, Horacio Rodríguez Larreta, aspirante a la Casa Rosada por Juntos por el Cambio, dijo que la deuda con el FMI no va "atar" su gestión en caso de resultar elegido presidente, y consideró que hay que llevar adelante "una renegociación lo más firme posible".

El jefe de Gobierno porteño resaltó el fin de semana último: “No nos va a atar de ninguna manera. Sí creo, y lo ratifico, que la Argentina tiene que cumplir con sus compromisos. Lo que vamos a hacer es una renegociación lo más firme posible para conseguir las mejores condiciones”.

La otra precandidata de JxC, Patricia Bullrich, aseguró que buscará apoyo internacional para "blindar" las reservas y salir del cepo cambiario, con el fin de hacernos “más fuertes” económicamente. Su principal asesor económico, Luciano Laspina, resaltó que se le dará a los argentinos “una garantía de que la salida del cepo va a ser con menos inflación y más estabilidad”. "Para eso vamos a contar con apoyo financiero internacional que preserve el ahorro de los argentinos y estabilice el peso", agregó.

En tanto, el precandidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, defendió su proyecto para dolarizar la economía y aseguró ya tener el "financiamiento" para llevar adelante esa iniciativa y pagarle al FMI.