En la primera semana de diciembre, el Gobierno presentará en el Congreso el Programa Económico Plurianual para el Desarrollo Sustentable con los principales lineamientos que proyecta el Ejecutivo para los próximos cuatro años, incluidos los principales puntos acordados con el Fondo Monetario Internacional sobre la reestructuración de la deuda. El acuerdo con el organismo multilateral requerirá, según un vocero de la entidad, el apoyo de la oposición.

Para hablar sobre este tema, El Canciller conversó con Claudio Lozano, director del Banco Nación. "Argentina no tiene que llegar si o si a un acuerdo", sostuvo el economista, que además manifestó una postura crítica del Gobierno que integra y planteó: “Hay que mantener o incluso incrementar el gasto del Estado”. Además, opinó que las tarifas “no tienen que subir, sino bajar”.

- En este contexto es obligado preguntarte, ¿qué análisis hacés de la derrota del domingo?

Hay una demanda que tiene el Frente de Todos por parte del conjunto de la ciudadanía a partir de 2019 que no se ha cumplido y ha dado como resultado la derrota en las elecciones de medio término. No es que no se haya recuperado la actividad económica. Eso sí se recuperó, pero en condiciones de mayor desigualdad como resultado tanto de las debilidades que el Gobierno tuvo a la hora de disciplinar a los formadores de precios como de las condiciones de ajuste fiscal que se llevaron adelante desde octubre del año pasado. Entre el primer trimestre de 2020 y el segundo trimestre de 2021, la fuerza de los trabajadores asalariados y cuentapropistas le transfirieron al sector empresarial concentrado aproximadamente US$ 53.000 millones, el 13% del PBI. Eso hace que la recuperación no se haya sentido en los bolsillos de la gente.

- ¿Cómo ves la posibilidad de un acuerdo con el FMI?

Argentina no tiene que llegar si o si a un acuerdo. Tiene que llegar a un acuerdo que le sirva. Si no le sirve, es preferible no hacer ningún acuerdo.

- ¿Hay un escenario donde a Argentina no le convendría acordar?

Sí, por supuesto. En tanto y en cuanto los plazos sean cortos, no haya quita de capital y haya condicionamiento de la política económica, al país no le conviene acordar. No podemos aceptar estrategias de ajuste fiscal que ahoguen la reactivación.

¿Cómo puede el Gobierno financiar el déficit que tiene proyectado para el año que viene si no es con emisión? Eso genera la inflación que el vocero del FMI marcó como un problema.

Si el Gobierno acepta que el criterio de construcción del equilibrio fiscal es por vía de reducción del gasto y no por aumento de la actividad económica y el crecimiento, estaríamos equivocados. El Fondo suele pedir ajustes de gasto que serían absolutamente inconducentes en el contexto actual de la economía argentina, que está en situación de capacidad ociosa. Hay que mantener o incluso incrementar el gasto del Estado, es una fuente de demanda importantísima. Teniendo en cuenta que la deuda violentó todos los procedimientos administrativos, jurídicos y constitucionales del país y el estatuto del Fondo, Argentina tiene sobrados argumentos como para no aceptar condicionalidades. El FMI tiene que aceptar que es corresponsable de la crisis junto con macrismo.

- ¿Ninguno de los dos reconoce esa responsabilidad?

Queda claro que el macrismo no está reconociendo lo que debiera, sino Macri no diría las estupideces que dice.

Claudio Lozano, director del Banco Nación.

- Ves dos escenarios: uno en el que el Gobierno acepta las condicionalidades y otro en el cual no se llega a un acuerdo ¿No hay grises en el medio?

Hay grises, siempre pueden existir, pero tiene que haber una cierta racionalidad en función de las necesidades que la Argentina tiene después de seis años de desastre económico.

- ¿Un aumento de tarifas como condición es un gris que podría ser tolerable?

No. Las tarifas, en términos relativos, tienen que bajar en la Argentina, no subir. Ya subieron demasiado. Venimos de un intento por parte del macrismo de tener alimentos caros y salarios bajos, de tener tasas de interés altas y tarifas altas. El resultado de eso es, no solo el sobreendeudamiento y la especulación, sino un achicamiento del mercado interno, incremento de los costos de producción y, por lo tanto, una debilidad creciente de la estructura productiva.

- Difícil creer que el Fondo acepte bajar tarifas, subir salarios...

Nosotros necesitamos alimentos baratos, mejores salarios para mayor demanda interna, tarifas bajas, tasas de interés razonables y protección en materia de comercio exterior. Si el Fondo pide un esquema de precios similar al que teníamos, no se puede aceptar.

- Se está hablando de la posibilidad de un ajuste en los próximos meses, ¿qué lectura hacés?

Si hay algo que no necesita la Argentina es un ajuste. Se vienen ajustando las condiciones de vida del pueblo argentino desde hace cuatro años. Eso sería echarle más nafta al fuego. Generaría una conflictividad e inestabilidad futura. En todo caso, sí puede haber un ajuste sobre el comportamiento de los multimillonarios y los poderosos, de carácter impositivo a través de una reforma tributaria. El Impuesto a las Riquezas debería profundizarse. Ahora, ajustar las condiciones de vida de la mayor parte de la población argentina cuando estamos en un contexto de casi 43% de pobreza y 11% de indigencia es una locura.