El ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, justificó la postergación de los incrementos en las tarifas de luz y gas al sostener que el Gobierno priorizó "bajar la inflación" y "no cargar más a la clase media".

El funcionario respondió a un mensaje de una periodista, que el martes último había escrito que al retrasar los incrementos "la obsesión del Gobierno por reducir la inflación comienza a colisionar con la base del programa económico: eliminar el déficit de las cuentas del Estado".

"Es exactamente al revés. Porque estamos cómodos en lo fiscal, priorizamos bajar la inflación y no cargar más con gastos de momento a la clase media", dijo Caputo en su cuenta de X.

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La administración del presidente Javier Milei postergó los aumentos que impactarían este mesen las boletas de esos servicios y dividió en tramos la actualización del impuesto a los combustibles con el fin de evitar su impacto en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que en abril se ubicaría en torno al 8%, según consultoras, por primera vez en un dígito después de varios meses.

A partir de este miércoles debía empezar a regir la fórmula de actualización mensual en las tarifas de gas y electricidad que el Ejecutivo diseñó para que los precios no queden atrasados con respecto al IPC.

Sin embargo, los entes reguladores de ambos servicios, ENARGAS y ENRE, respectivamente, no publicaron los nuevos cuadros tarifarios a la espera de una definición de Economía. 

Los reguladores ya tienen calculado cuánto sería la suba que le correspondería a las empresas: 10,69% para las distribuidoras eléctricas, 12,5% para las distribuidoras de gas y 12% para las transportistas de gas.   

Economía debía definir si avanzaba con una quita de subsidios para los sectores de ingresos bajos (N2) y medios (N3) en gas y electricidad, si aumentaba el costo que pagan los comercios, industrias y hogares de ingresos altos, y si autorizaba el ajuste mensual para las empresas. Pero por ahora, todo quedó congelado.   

Por otra parte, en igual sentido, se suspendió la actualización del impuesto a los combustibles (ICL) que representaba un alza del 8% en los precios en boca del surtidor. Pese a esto, las naftas aumentaron desde este 1 de mayo, producto de un ajuste del 4% aplicado por las firmas YPF, Shell, Axion y Puma Energy.

Sobre el gravamen para las petroleras, el Gobierno publicará un decreto en el cual detallará cuándo se aplicará finalmente el incremento pospuesto, según se informó oficialmente.