El equipo de Alberto Fernández está casi listo. En los próximos días sabremos quiénes serán los ministros que acompañarán el inicio de gestión. Claro está, el puesto más importante será el de ministro de Economía. Dependerá de esa figura el perfil al que apuntará el futuro gobierno. Todo indicaría que la elección será una señal positiva para los mercados. No hay que perder de vista que es necesario renegociar una deuda y parafraseando a Néstor Kirchner, Alberto debe pensar: “En plena negociación con el FMI, ¿a quién querían que ponga? ¿Al flaco Kunkel?”.

Cuando un presidente nombra a sus ministros envía una señal al resto de los actores del sistema político respecto de sus objetivos e intereses, los modos en que se ejercerá el poder político y sobre cómo esperan relacionarse con las otras ramas del gobierno, especialmente la legislativa. Dicho esto, los perfiles de los posibles ministros que se barajan son de sectores ligados al peronismo. Es decir que las figuras del kirchnerismo quedarán relegadas en segundas líneas. Esto indica que Alberto sigue en su construcción y acumulación de poder dentro de la coalición que lo llevó al gobierno. 

Cuando un presidente nombra a sus ministros envía una señal al resto de los actores del sistema político respecto de sus objetivos e intereses, los modos en que se ejercerá el poder político y sobre cómo esperan relacionarse con las otras ramas del gobierno

De este modo, el mapa político dentro del Frente de Todos marca que Cristina Kirchner tendrá el control del Senado, Máximo Kirchner será el jefe de bloque de diputados y Sergio Massa el presidente de la Cámara Baja. El gabinete responderá al albertismo y los gobernadores serán aliados claves del futuro presidente. La búsqueda de que todos los sectores estén adecuadamente compensados, de modo que ninguno pueda tomar preponderancia sobre los otros y exista un balance de poder armonioso.

El gabinete de Alberto

Alberto es consciente de la necesidad de tener ministros fuertes. Cabe recordar que Mauricio Macri al inicio de su gestión eligió un gabinete muy amplio con el claro objetivo de dividir responsabilidades. Una prueba de ello fue la fragmentación del Ministerio de Economía en seis áreas distintas. Algo que al final le terminó jugando en contra porque al no haber una cabeza clara al frente de la economía, todo lo malo de la gestión recayó sobre el presidente desgastando fuertemente su imagen. Alberto necesita ministros que tengan protagonismo, absorban la presión y den la cara, ya que es posible que en algún momento haya desgaste y será necesario cambiarlos para oxigenar la gestión.

En pocos días se sabrán los nombres de los futuros ministros y ministras pero más que eso, sabremos el perfil y la dirección que se tomará para intentar salir de la crisis.