Luego de despedir públicamente a Guillermo Barros Schelotto, Daniel Angelici busca sellar de manera imperiosa al nuevo entrenador del equipo, con la premisa de cerrar una etapa y brindar en las fiestas con mayores certezas de cara a un año electoral en el que Boca Juniors volverá a la carga por la Copa Libertadores.

El plantel del Xeneize iniciará la pretemporada el jueves 3 de enero y la incertidumbre sobre quién sucederá al Mellizo es abrumadora. No obstante, la posibilidad de contratar a un mánager suena cada vez con más fuerza y el apuntado sería Juan Román Riquelme, que se perfila para tener un rol protagónico en la institución en vistas a los comicios presidenciales.

En este sentido, el mandamás boquense ya aseguró en varias oportunidades que el máximo ídolo en la historia del club cuenta con los pergaminos suficientes para asumir el cargo. "¿Por qué no le ofrecería ser manager a Román? Es una referencia y ve muy bien el fútbol", declaró a mediados de 2017.

Además, en el deseo de Angelici subsiste una pretensión electoral: de sumar a Riquelme, el candidato que escoja el oficialismo contaría con un respaldo inalcanzable. Impedido de volver a presentarse por acumulación de mandatos, el secretario de Seguridad, Christian Gribaudo, aparece como el sucesor del actual presidente.  

Por ello, Carlos Tevez le envió un mensaje al exfutbolista de la Selección Argentina: "Román tiene que venir, tiene que hacerse del club también. Estaría bueno que los ídolos dejemos de lado muchas cosas y nos juntemos para el bien del club".

Los posibles técnicos de Boca

Con los nombres de José Pekerman, Alejandro Sabella, Luiz Felipe Scolari y Gabriel Heinze descartados, la dirigencia se debate entre un viejo conocido, un exjugador del club y un ídolo de la institución.

Su nombre seduce por el pasado glorioso: fue el entrenador que llevó a Boca a lo más alto del continente por última vez, en 2007. Viene de dirigir al Millonarios, club que lo respaldó y apoyó de manera incondicional para superar una grave enfermedad.

Desvinculado del Celta de Vigo hace apenas un mes, se sustenta en su vasta experiencia. Y aunque su último club en la Argentina fue Huracán en 2013, con resultados adversos, en su currículum ostenta una Copa Sudamericana con Independiente y un ascenso a Primera División con el Globo. Además, tuvo un gran paso en México, donde ganó dos Ligas -una con Tijuana, otra con América- y una Copa con Monterrey.

Su trayectoria como jugador concita la atracción de la gente. Sin embargo, en su corta carrera como director técnico no ha obtenido los mismos resultados: tanto en Godoy Cruz como en Arsenal y en Unión Española de Chile ha trascendido con más penas que glorias.