La hazaña de River no pudo ser posible. La Copa Libertadores clasificó este martes a su primer finalista, Atlético Mineiro, que empató 0 a 0 en el Monumental con el equipo argentino y le sacó rédito a la goleada por 3 a 0 que había logrado la semana pasada en Belo Horizonte.  

En el choque decisivo del torneo continental, el conjunto que dirige el argentino Gabriel Milito esperará ahora por el ganador de la segunda semifinal, que este miércoles definirán en Montevideo Peñarol y Botafogo.

No era imposible, más con Marcelo Gallardo en el banco, pero sí era muy difícil que el cuadro de Núñez pudiera cristalizar una remontada como la que necesitaba, por actualidad y por jerarquía futbolística, la que había impuesto en casa el conjunto brasileño.

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Este miércoles se cumplió lo esperado en el primer tiempo: River lanzado al ataque, con tres puntas -Pablo Solari, el colombiano Miguel Borja y Facundo Colidio-, y el Galo, jugando a la contra, respaldado en la seguridad de su arquero y en la ventaja que traía en los bolsillos. 

Sin embargo, pese a tener mucho más la pelota, el local no mostró demasiada rebeldía en el primer tiempo, acorde a sus últimos partidos, y solo tuvo una de real peligro: una entrada en velocidad y a pura gambeta del exTigre, de lo mejor en la etapa inicial, que fue cerrado con lo justo cuando se disponía a medirse mano a mano con Éverson.

Franco Armani también tuvo que aparecer sobre el final para quitarle la pelota al provocador Deyverson, quien arribó al estadio con una camiseta de Boca envuelta en una bolsa, en la llegada más incisiva del conjunto brasileño.

Lo mejor de River este martes: el impresionante recibimiento de sus hinchas (Video: SportsCenter).

En el segundo tiempo, el partido se rompió ya desde el inicio. A los 46 minutos, una diagonal de Hulk derivó en un gran pase a Scarpa, quien remató con gran clase al travesaño. El rebote lo tomó Deyverson y Armani volvió a salvar a River de milagro.

El "Muñeco" movió el banco de suplentes y puso a los juveniles Franco Mastantuono y Claudio Echeverri. Las "joyas" le cambiaron la cara al equipo y exigieron al arquero del equipo albinegro, como a los 15, cuando Éverson le ahogó el grito de gol al "Diablito".

A los 68 minutos, Gonzalo Martínez y el paraguayo Adam Bareiro hicieron su ingreso en el partido, en reemplazo de Colidio y Borja, quien, extrañamente, salió silbado. 

Una buena media hora de "Pity" siguió sin alcanzarle a River, que terminó sucumbiendo ante el arquero de la visita las pocas veces que lo inquietó y frente a su propia impotencia para resolver lo que muchos anhelaban: llegar al partido decisivo del próximo 30 de noviembre.