La FIFA se mostró este sábado contundente en su expediente sobre el "caso Luis Rubiales" y concluyó que el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), quien besó en la boca sin consentimiento a la jugadora Jenni Hermoso durante la entrega de las medallas a las campeonas del Mundial celebrado en Australia y Nueva Zelanda, “dañó considerablemente la integridad y la reputación” de este deporte. Además, dijo que la conducta del dirigente creó un "perjuicio irreparable".

El expediente es el que utiliza el Comité de Disciplina de la FIFA para justificar la suspensión de 90 días al expresidente de Rubiales y fue publicado por el diario El Mundo.

El máximo ente del fútbol lamentó que la actitud del dirigente haya "empañado claramente el éxito" de la selección española, que se proclamó campeona del mundo ante Inglaterra, así como el del propio torneo, ocasionando un daño "a nivel global".

La FIFA reprobó “tanto el beso como el haberse agarrado sus genitales en el palco de autoridades durante el festejo del gol”, pero también que Rubiales hubiera "presionado a la jugadora" y a su entorno "para que declarase a su favor" tras estallar el escándalo por una conducta que consideró "intolerable".

En el texto, el organismo resaltó la importancia de que Rubiales no pueda ya hacer valer su "posición predominante como presidente sobre Hermoso y otras jugadoras, así como sobre trabajadores de la RFEF", visto el proceder que ha tenido durante el escándalo.

El 6 de septiembre pasado, Jenni Hermoso formalizó su denuncia contra Luis Rubiales en la Justicia. Para la fiscalía, los hechos denunciados podrían ser constitutivos de un delito de agresión sexual.

La fundamentación se basa en los criterios de actuación habilitados tras la reforma de los delitos contra la libertad sexual en la denominada “Ley del solo sí es sí”, que incluye entre los actos "merecedores de reproche penal" los besos en la boca, según varias sentencias. 

Rubiales está temporalmente suspendido de sus funciones dirigenciales por la FIFA, mientras se investiga su comportamiento durante la final del Mundial femenino.

El dirigente aseguró recientemente que está sufriendo un "linchamiento político y mediático sin precedentes", y acusó al Gobierno de su país de no "garantizar la separación de poderes" y presionar en su contra.