Según consignó la agencia NA, Mauricio Macri será candidato a vicepresidente en la fórmula encabezada por Andrés Ibarra y se enfrentará directamente a Juan Román Riquelme, actual escolta de la dirigencia que encabeza Jorge Ameal que va por la reelección, quien podría ir en lo más alto de la lista oficialista. 

El sábado 2 de diciembre competirán en las urnas para ver quién se queda con la presidencia del club de la Ribera, en una de las elecciones más importantes que se recuerden en el fútbol argentino. De acuerdo a trascendidos, Riquelme estaría evaluando encabezar su lista, secundado por el actual secretario Ricardo Rosica.

Además, Mario Pergolini -quien fue vice 2° de Ameal entre diciembre de 2019 y marzo de 2021 y renunció por discrepancias con Riquelme- podría incorporarse a las filas opositoras junto a Macri. Se espera que el anuncio oficial sea el próximo lunes, después de que el Xeneize reciba a Newell's en la Bombonera.

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A pesar de haber ganado todo cuando coincidieron en el club como dirigente y futbolista, la relación entre Macri y Riquelme nunca fue buena. El episodio más recordado del conflicto fue cuando Román hizo el “Topo Gigio” frente al palco donde se encontraban los directivos, tras convertirle un gol a River en la Bombonera, que puso de manifiesto ante miles de hinchas su controversia con el entonces presidente del club.

Aquella fría tarde-noche del 8 de abril de 2001 quedaría para siempre grabada en la memoria colectiva por aquel festejo irreverente que marcaría a fuego el vínculo entre los dos.

El malestar del "Torero" hacia la comisión directiva del club de la Ribera comenzó tras un pedido del futbolista, quien quería un reconocimiento de dinero importante por los logros obtenidos, ya que Boca venía de ganar tres torneos locales, dos Libertadores y una Intercontinental nada menos que ante el Real Madrid, con una actuación deslumbrante del "10".

El entorno del futbolista aseguraba que ganaba de prima lo mismo que un valor juvenil del plantel y de ahí el reclamo de una mejora en los ingresos de quien era la gran figura de un equipo que ganaba todo lo que se le ponía enfrente. Por su parte, Macri argumentó que el contrato firmado y vigente había sido acordado por ambas partes y no ameritaba modificaciones.

En los últimos tiempos, el exfutbolista mantuvo su postura confrontativa con Macri, afirmando que "no debe volver nunca más al club".

"Pido a los hinchas que hagan memoria y no se dejen llenar la cabeza por gente mala que quiere al club para hacer política. Este (Andrés) Ibarra no sé quién es pero dentro de poco dirá que se perdió la final de Madrid (vs. River) por Riquelme", ironizó el ídolo xeneize en una nota con el canal TNT Sports.

"Yo no tengo jefe y sé que les molesta que no sea empleado de ellos. Con nosotros, Boca volvió a ser un club de fútbol", desafió Román.

La derrota en Río de Janeiro ante Fluminense el último sábado agitó el avispero en el mundo interno del club, y la oposición empezó a moverse para capitalizar la derrota, sabiendo que si Boca hubiese ganado “la Séptima” no hubieran tenido chances de disputarle la elección al oficialismo.