Luego de enfrentarse a un hincha de Boca tras la caída frente a River el último fin de semana, Sergio "Chiquito" Romero recibió una dura sanción por parte de la dirigencia. El club decidió suspenderlo por dos partidos, además de que la Policía le realizó una contravención "por incitar a la violencia". 

"Sergio Romero no será convocado para los dos próximos partidos que tenemos que disputar", especificó Boca en un comunicado. Frente a esto, Leandro Brey será el arquero el próximo sábado cuando el club de La Ribera se enfrente a Belgrano de Córdoba de visitante, y una semana después, frente a Argentinos Juniors en La Bombonera. 

"Asimismo, hacemos saber que han sido identificados los tres simpatizantes que provocaron el hecho referido, a quienes se les aplicarán las medidas que correspondan", continuó el escrito publicado el lunes por la noche.

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Por último, las autoridades especificaron sobre los tristes hechos: "Nos debemos todos un respeto mutuo en todo momento y estar unidos por el bien del Club, disfrutando del deporte y de las competencias donde Boca intervenga, alentando y participando todos juntos, en paz y armonía".

La violenta situación se vivió una vez que terminó el Superclásico, que el local perdió 1 a 0, cuando el plantel se dirigía a la zona de vestuarios, en medio de fuertes insultos. El arquero decidió retornar al campo de juego luego de escuchar una agresión en particular. Fue ahí cuando quedó cara a cara con un simpatizante y tuvieron que separarlos entre varias personas, incluido personal de seguridad. 

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El momento en el que Romero se peleó con la platea (video: ESPN).

"Me puteó con tantas ganas que me encontró. Me estaba yendo caliente pero tranquilo, me encontró. Se me fue la cabeza y volví. No quería que suceda, pero ya está y le ofrezco mis disculpas. Estuve mal con la reacción, tendría que haberlo dejado pasar e irme porque está en su derecho expresarse, pero ya está", había declarado el exintegrante de la Selección argentina, al retirarse del estadio. 

Esta sanción, sumada a las flojas actuaciones en el último tiempo y a los cuestionamientos, pone en riesgo su continuidad en Boca de cara al año próximo. Romero tiene contrato con la institución hasta fines de 2025, pero su relación con los hinchas y la dirigencia quedó afectada.