Djokovic, Nadal, Federer y un podio longevo sin promesas en el horizonte
Djokovic llegó para terminar con el monopolio de Rafael Nadal y Roger Federer, quienes -más allá de alguna excepción- se repartieron durante una década los grandes títulos e hicieron de su rivalidad una leyenda. Sin embargo, a medida que avanzaron en edad, el terreno se allanó para llegada de Nole, que entre 2011 y 2016 ganó 12 Grand Slams, se acomodó como número uno del ranking ATP y ganó nada menos que US$110 millones en premios.
Más allá de su excelente tenis, los seguidores de Roger Federer lamentaron el ascenso del serbio y culpaban a Nadal de la posibilidad de que el récord de Grand Slam del suizo pudiera ser quebrado con tanta facilidad, ya que Djokovic levantaba todos los trofeos sin ningún rival que pudiera hacerle frente como el español.
En el rápido crecimiento del palmarés del serbio, los protagonistas del duelo del siglo se cansaron de esperar la llegada de un retador e hicieron lo impensado: volver. Un Federer avanzado en edad pero cargado de experiencia recuperó su mejor tenis y conquistó nuevamente los títulos más importantes: después de cinco años, se coronó campeón de un Grand Slam. A ese Australia Open lo siguió otro y después un Wimbledon.
Nadal no se quiso quedar atrás. Castigado por un abanico de lesiones (rodilla izquierda, pie izquierdo, espalda y muñeca derecha), el español demostró que aquel juego físico, que -para muchos- lo condenaba a una carrera corta, era más duradero de lo que se creía. En 2017, después de tres años, volvió a levantar el trofeo de Roland Garros (su 11º) y el de Australia Open. Además, repitió la hazaña en polvo de ladrillo al año siguiente.
Las lesiones de Nole llevaron al tenis al remake de una rivalidad que parecía terminada. De todos modos, el serbio se recuperó y sabe que aún le quedan récords por romper, pero es consciente de que, con 31 años, al suizo lo tiene lejos. Por ahora, Federer encabeza el podio de ganadores de Grand Slams, con 20 conquistas; lo sigue Nadal, con 17; Pete Sampras, con 14 y; Djokovic, con 13.
El podio de los jugadores en actividad sigue abierto. Federer ya no juega todos los torneos y, tal como sucedió en este Wimbledon, sufre por demás en partidos que antes resolvía con facilidad (Anderson le recuperó una victoria parcial de dos sets a cero y lo dejó afuera). Nadal, un poco más joven, aún sufre sus lesiones pero, cuando juega, muestra que todavía no se ha rendido. Novak, por su parte, continuará luchando contra las dos leyendas en tanto no aparezca una joven promesa dispuesta a complicarles la vida.