Del vínculo comercial con Qatar a la participación fallida de Japón: las selecciones invitadas a la Copa América
Quien observe el fixture de la Copa América 2019 y no haya indagado en los pormenores del certamen se sorprenderá cuando advierta que dos seleccionados nada tienen que ver con el continente sudamericano.
Si bien la organización acostumbra a realizar dos invitaciones a equipos de otras confederaciones en cada edición, ¿a qué se deben las convocatorias a Japón y Qatar para este año?
Luego de que México y Estados Unidos -las dos selecciones extranjeras que más veces disputaron el torneo- desecharan el llamado de la Conmebol y priorizaran la Copa Oro -una competición similar para los países de la Concacaf-, el interés que mostró la confederación asiática de fútbol para entrometerse en campeonatos sudamericanos prevaleció sobre el resto.
Un motivo que atrajo al combinado qatarí a la competencia obedece a la necesidad que tiene la nación árabe de tomar rodaje de cara a la Copa del Mundo, de la que será anfitriona.
El rival de Argentina en el Grupo B ha provocado un gran impacto en las últimas horas, al eliminar a Corea del Sur de la Copa Asia y clasificar por primera vez en su historia a las semifinales de dicho certamen.
No obstante, detrás del aliciente deportivo subyace un ascendente vínculo a nivel comercial, que incluye al patrocinio de Qatar Airways en la camiseta de Boca -de allí surgió el ofrecimiento para trasladar a Doha la final de la Copa Libertadores 2018- hasta la estrecha relación del emir Al Thani con Mauricio Macri.
Por su parte, Japón ya conoce lo que es participar de una Copa América. En 1999, a razón de su rol de organizador en el Mundial 2002, integró el Grupo A junto a Paraguay, Perú y Bolivia, del cual se fue sin victorias.
Sin embargo, en 2011 fue protagonista de una anécdota grotesca. El equipo nipón se había dado de baja del torneo que organizó Argentina por el terremoto y posterior tsunami que aquejó al país en aquel año. Semanas después, las autoridades japonesas se arrepintieron y decidieron jugarla, pero luego volvieron a renunciar, lo que provocó el rechazo de la Conmebol.