Este domingo, los rugbiers implicados en la muerte de Fernando Báez Sosa, el joven de 18 años que fue asesinado a golpes a la salida del boliche Le Brique, debieron presentarse a declarar en la Unidad Funcional de Investigaciones a cargo de la fiscal Verónica Zamboni por su presunta participación en el hecho.

Meas temprano, el fiscal Walter Mercuri había afirmado que los agresores “sabían lo que hacían”. También pidió al juez que la causa se caratule como “homicidio agravado”.

Según Mercuri, mientras el cuerpo de Báez Sosa languidecía en el piso inconsciente a causa de los golpes, los agresores continuaron propinándole patadas y trompadas. En ese contexto, en diálogo con TN, explicó que “la calificación que yo le pedí al juez es la de homicidio agravado por la participación premeditada de dos o más personas. Es un delito que tiene una pena de prisión perpetua”.

La condena correría igual para todos los sospechosos en caso de que la acusación se mantenga. A pesar de que quienes habrían dado el golpe de gracia serían entre dos y cuatro personas, el letrado consideró "partícipes necesarios" del asesinato al resto de la banda. De acuerdo con el fiscal, los rugbiers impidieron que los amigos de Fernando se acercaran a asistirlo.

Los acusados fueron identificados como Matías Franco Benicelli (20); Ayrton Michael Viollaz (20); Maximiliano Pablo Thomsen (20); Luciano Pertossi (18); Ciro Pertossi (19); Lucas Fidel Pertossi (20); Alejo Milanesi (20); Enzo Tomás Comelli (19); Juan Pedro Guarino (19), Blas Cinalli (18) y Pablo Ventura (21).

La víctima había ido a la ciudad de Villa Gesell con un grupo de 15 personas a festejar que había aprobado el C.B.C (Ciclo Básico Común) de abogacía en la UBA.

En declaraciones a la prensa los padres del joven sostuvieron que están "destrozados". "Era el único hijo que teníamos. Era el futuro que teníamos”. Además, pidieron a la Justicia que “acompañe a la víctima y no al que tiene plata”, dijeron.

Silvino Báez, padre de Fernando pidió que
Silvino Báez, padre de Fernando pidió que

Según Mercuri, el ataque habría comenzado porque uno de los detenidos se habría molestado con un amigo de la víctima porque “pasó cerca de él y lo rozó”. Éste le pegó una bofetada, Fernando intentó separarlos y recibió un puñetazo. “Allí comienzan los empujones, le rompen la camisa y todos son expulsados del boliche en forma pacífica”, explicó el fiscal.

Durante los allanamientos en el domicilio donde estaban los acusados incautaron ropa y calzados con manchas de sangre que coincidirían con elementos que se ven en los videos. “Los amigos y Fernando se fueron en forma pacífica. El ataque viene en la calle, ya había terminado todo. Estaba tomando un helado, esto demuestra que no tenía ningún interés en pelear”, relató el fiscal.

Por otra parte, confirmó que el estado de ebriedad no constituirá un posible atenuante en la calificación del delito. “Aunque hubieran consumido alcohol, estas personas sabían lo que hacían. Cuando salieron del boliche fueron directamente a buscar a la víctima. Si hubieran tenido solamente la intención de lesionarlo, cuando Fernando cayó desmayado al piso se hubiera terminado la agresión. Pero continuaron golpeándolo con patadas en la cabeza cuando estaba inconsciente”.

Si bien Mercuri colaborará con la causa, a partir de este domingo la investigación la llevará adelante la fiscal Verónica Zamboni.