Mientras busca apaciguar las turbulentas aguas en las que navega la economía, el Gobierno nacional celebró esta tarde el superávit de la balanza de comercio exterior en el mes de septiembre, cifrado en US$ 314 millones.

La noticia es representativa ya que se configura como el primer saldo positivo en el sector en un lapso de 20 meses. Previo a la nueva estadística brindada por el INDEC, había que retrotraerse a diciembre de 2016 para hallar un registro favorable, el cual fue de apenas US$ 33 millones.

Si bien las exportaciones se contrajeron en un 4,8% a nivel interanual, el resultado tuvo su raíz en un derrumbe del 21,2% en las importaciones, que anotaron su mayor caída desde febrero de 2015.

Al examinar las causas que derivaron en la primera buena novedad que aporta el Ejecutivo tras meses de inclemencias climáticas, la devaluación de la moneda nacional y el desfasaje en el tipo de cambio se postulan como las principales. 

La mirada también se direcciona a Brasil. El principal socio comercial del país, a la par en materia recesiva, disminuyó el caudal de compras a productos nacionales, lo que sumado a la contracción de los precios internacionales de las materias primas, desencadenó en una merma en el volumen exportador.

En esta línea, la Argentina ya había registrado en septiembre superávit en la balanza comercial -de US$ 6 millones- con el gigante sudamericano, algo que no ocurría desde noviembre de 2014

Pese a la saludable noticia, el gobierno de Mauricio Macri acumula un déficit de US$ 12.976 millones en el intercambio de bienes desde que asumió el poder -los US$ 2128 millones positivos del 2016 contrastaron con los últimos 19 meses: US$ 8471 de pérdidas a lo largo de 2017 y US$ 6423 almacenados hasta la fecha-.