Dólar planchado y tasas por el aire: vuelve la bicicleta, el riesgo país no cede y se hunde el salario
El Gobierno le infló las ruedas a la bicicleta financiera y el dólar se calmó: ayer cerró por debajo de los $37 y terminó octubre con una baja del 13%. Pero fueron, por ahora, solo buenas noticias para la timba financiera. En la economía real, el poder adquisitivo del salario perdió 9 puntos en relación a la inflación y la expectativa de creación de empleo es la más baja en los últimos 9 años.
En el escenario planteado por Nicolás Dujovne y Guido Sandleris, los inversores sacaron a relucir su mejor talento: el carry trade. Los tenedores de dólares aprovecharon las tasas altas para pasarse a opciones en pesos. La referencia para el mercado fijada por el Banco Central, que el º de octubre era de 75·, solo bajó a 68% en la última licitación de Leliq del mes, ayer a la tarde.
Con el dólar a la baja y las tasas todavía altas, la moneda argentina fue, durante octubre, la más rentable del mundo (aunque el desempeño en el año sigue siendo malo): por la apreciación del peso, los que apostaron a las tasas de Sandleris ganaron 19% en un mes.
Los plazos fijos también tuvieron el mejor mes de su historia: crecieron $107.000 millones, un 13,5%, y superaron el récord de enero de 2015, cuando el stock había aumentado 7,5%.
Mientras tanto, la economía real lo sufre. La tasa de interés para financiar saldo de tarjetas de crédito, por ejemplo, trepó al 130% anual. En paralelo, en los últimos 8 meses el poder adquisitivo perdió 9 puntos con la inflación y la expectativa de creación de empleo, según la Secretaría Trabajo, es la más baja en los últimos 9 años.
Así lo reflejaron los datos del SIPA, que mostraron una variación del 0% en agosto (tanto interanual como en la comparación libre de estacionalidad contra julio), y la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) de la cartera de Jorge Triaca, que mostró una caída de 0,4% en sus expectativas de creación de puestos hacia adelante.
A pesar de la baja del dólar, el riesgo país no cede. Aunque los inversores aclaran que no hay que prestarle mucha atención, el indicador -que mide la evolución de los bonos en dólares- ayer terminó en los 651 puntos básicos, 28 unidades más que a fin de septiembre.