En la causa por la muerte de Alberto Nisman, Diego Lagomarsino es el único que está procesado por homicidio. Para el juez Julián Ercolini, es parte de un plan que derivó en la muerte del fiscal federal.

El procesamiento por "homicidio simple agravado por el uso de armas en calidad de partícipe necesario" quedó firme en febrero de 2018, ya que la defensa decidió no apelar. La idea apuntaba a llegar lo más rápido posible a juicio oral.

Lo último que se sumó al expediente que lo involucra fueron unos mensajes de WhatsApp, cuyo contenido no se conoce pero que muestran que habló con el fiscal la mañana del sábado 17 de enero de 2018.

"Un hombre de extrema confianza". Así describió Ercolini a Lagomarsino y por eso consideró que fue quién proveyó "el arma amiga" como parte del plan para matar al fiscal.

A su vez, ensayó en su fallo de 2017 una posibilidad: que el informático haya borrado información de la computadora de Nisman, además de haberlo "desprotegido" y facilitado que lo espiaran.

El juez aseguró, además, que la famosa pregunta "¿tenés un arma?" nunca sucedió. "No tiene una explicación razonable y creíble; por una parte se hubiera negado a dársela o dicho que no tenía armas, o que no funcionaba, o que se comprara una", enumeró.

Tampoco creyó que existiera "una relación de amo-esclavo". "La explicación de Lagomarsino es insólita, absolutamente incongruente con la relación que dijo tenía con aquél", y hasta recordó un viaje que Nisman y el informático hicieron a Chile y la cuenta bancaria que compartían.

Desde la defensa de Lagomarsino siempre sostuvieron que Nisman se suicidó. Se basaron en la ausencia de pruebas sobre la presencia de personas en el departamento y en el informe del Cuerpo Médico Forense. Hasta ahora, Comodoro Py no consideró eso suficiente como para desvincularlo del caso.