El debate en el Senado por la legalización del aborto ya comenzó. Con mucho más hermetismo por parte de los protagonistas respecto al primer debate, la agenda de la política día a día comienza a posar cada vez más sus miradas sobre el Congreso.

Todavía bajo los efectos recesivos de una crisis macroeconómica que devaluó la moneda y recrudeció los objetivos (y posibles consecuencias) del ajuste, la Iglesia católica se puso a la cabeza en la campaña por frenar al proyecto de legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).

Con la presión que efectúa la media sanción otorgada por la Cámara Baja, el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, intensificó sus contactos -y presiones- sobre los partidos políticos para torcer el rumbo de una votación que también promete ser reñida.

Luego de la Misa por la Vida realizada frente a la Basílica de Luján el último domingo, Poli convocó a 22 diputados para felicitarlos por la firmeza de sus posturas durante el debate en el Congreso, intercambiar perspectivas y opiniones sobre el proyecto y averiguar sobre las posturas que hacia las que se inclinarán sus compañeros senadores.

Sin embargo, en un hecho curioso, pero que también se observó en la madrugada del jueves 14 de junio, representantes de distintos partidos, oficialistas y opositores, configuraron un frente unido en base a las creencias personales, pese a sus contraposiciones políticas.

Dentro de los diputados que se acercaron al Episcopado para recibir las felicitaciones de la Iglesia, se encontraban algunos legisladores del PRO y la Coalición Cívica, otros del Frente Renovador e, incluso, unos pocos del Frente Para la Victoria.

Javier Campos y Orieta Vera González (Coalición Cívica), Alejandro Grandinetti y Alejandro Snopek (Frente Renovador), Juan Aciega, Pablo Miguel Ansaloni, Ezequiel Fernández Langan, Paula Urroz, Javier Pretto, Lucas Incico, Karina Molina, Julio Sahad y Elda Pertile (Pro), María Florencia Peñaloza (Somos San Juan), Silvana Ginocchio (Elijo Catamarca) y Ricardo Wellbach (Frente Cívico Misionero), fueron algunos de los asistentes al evento, según consignó La Nación.