La furia se apoderó de una mujer que iba a realizarse un estudio médico y colapsó en una clínica de Tigre, donde rompió todo a su paso después de que le negaran la atención. La secuencia quedó grabada por las cámaras de seguridad del centro asistencial y se viralizó en las últimas horas, después de que se suscitara la violenta reacción de la paciente que había asistido a realizarse una ecografía pero, como no figuraba el pago en el sistema de la recepción, explotó y comenzó a destrozar el lugar.

El escandaloso episodio sucedió en a localidad de General Pacheco y no trascendió la identidad de la joven, que había acudido al Centro Médico del Sol por primera vez para el chequeo frustrado que desató su ira.

La agresión inició luego de que las recepcionistas no pudieran corroborar el pago de la práctica en cuestión a través de los registros del lugar. Como no tenía ningún comprobante para certificarlo, estalló y arrojó varias veces una maceta contra los vidrios del local, que también pateó.

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Después de la primera arremetida, la agresora volvió sobre sus pasos y, con otro objeto contundente, comenzó a golpear con fuerza la parte externa de la vidriera (Video: redes sociales).

Como todavía no había quedado satisfecha tras su impulsiva reacción, tomó un revistero de plástico y lo tiró contra otro vidrio. Este rebotó y terminó pasando muy cerca de una de las tres recepcionistas que estaban detrás del mostrador.

Durante la violenta secuencia, que fue tomada por varias cámaras del lugar, se observa cómo encara fuera de sí a las asistentes, señalándolas y gritándoles, antes de retirarse del establecimiento. Poco después, vuelve sobre sus pasos con un portamaceta de madera y comenzó a golpear con fuerza la parte externa del vidrio, que solo quedó astillado.

Por su parte, el director de la entidad, José Eduardo Saul, manifestó en declaraciones televisivas que fue una reacción "desmedida" y agregó que "en 27 años nunca había ocurrido una cosa así" en ese establecimiento.

"Creo que lo pagué", le habría dicho la mujer a los recepcionistas según contó el médico, quien a su vez amplió que la paciente "era la primera vez que se atendía en el lugar". "No me interesa escrachar a una persona con nombre, apellido, teléfono, dirección, ya está, ya fue, solo me interesa mostrar que esto no puede ocurrir. Es una locura", sumó.