El barco Exemplar, anclado en el puerto de Bahía Blanca desde 2008, se encargó durante diez años de contribuir al abastecimiento de gas en un contexto de creciente demanda. Pero, en pocos días, abandonará la Argentina y eso significa, para el Gobierno, una señal de recuperación.

Es que, por la explotación de Vaca Muerta, en el Ejecutivo creen que el país ya está en condiciones de dejar de importar gas licuado e, incluso, comenzar a exportar en el mediano plazo. "Un nuevo paso hacia el futuro. Tenemos la capacidad, tenemos la tecnología y sobretodo a nuestra gente para que Argentina sea gran proveedora de energía del mundo. Vamos dejando de importar y cada vez más exportaremos", celebró el secretario de Energía, Javier Iguacel, en su cuenta de Twitter.

Durante casi 3800 días, el Estado pagó un alquiler por el barco regasificador, que llegó a costar un total de 1.262 millones de dólares. Aunque había llegado para cubrir una demanda puntual en el invierno de 2008, el buque pasó de recibir seis cargas ese año a 42 en 2013. 

Ahora será desenchufado del puerto de Ingeniero White, aunque el Estado no dejará de importar ese combustible ni de pagar alquiler por una embarcación de esas características: queda uno similar en Escobar (el otro puerto habilitado para esos fines), que inyecta gas al cordón urbano del área metropolitana y, por ahora, se mantendrá, aunque los planes del Gobierno incluyen también deprenderse de ese.