Renovado y más interactivo, el Museo del Holocausto de Buenos Aires reabrió sus puertas
Del acto de reinauguración participaron miembros de la comunidad judía local e internacional, referentes de la política argentina, y sobrevivientes de la Shoá.
Tras dos años de trabajo e inversiones por U$S 4,5 millones de dólares, el restaurado Museo del Holocausto de Buenos Aires, ubicado en la calle Montevideo 919, abrió sus puertas este domingo en un acto del cual participaron 850 personas, entre ellas miembros de la comunidad judía local e internacional, referentes de la política argentina, y sobrevivientes de la Shoá, informó Ynet Español.
“Es un día muy importante para la Ciudad de Buenos Aires. A partir de hoy, como otras grandes capitales del mundo, va a tener un Museo del Holocausto. Es un día importante también para nosotros, los miembros de la comunidad judía argentina”, afirmó la periodista Débora Plager, quien dirigió el evento.
El proyecto no se trató de simplemente una remodelación del edificio, del cual dos de sus cuatro pisos de oficinas serán donados a la Fundación Tzedaká, sino que también comprendió la creación de una exhibición permanente de 1.554 m² en la planta baja y el subsuelo. Esta cuenta con herramientas pedagógicas que utilizan tecnologías de vanguardia, como elementos sensoriales y audiovisuales que proyectan la voz de sobrevivientes en toda instancia del recorrido.
Del mismo modo, uno de los recursos más innovadores que se instalaron en el Museo es la plataforma “Nuevas Dimensiones en Testimonios”, una pantalla con software de inteligencia artificial que permite “dialogar” con un sobreviviente.
El gran rabino David Lau llegó desde Israel para brindar un discurso en el que remarcó que “el Museo es un testimonio y el compromiso de la República Argentina para que nunca más suceda una tragedia” como la Shoá, y recordó a las víctimas del atentado contra la Embajada de Israel de 1992 y contra la Asociación Mutual Israelita Argentina en 1994.
“Conozco el buen trato y el aprecio que tiene la convivencia entre los pueblos en Argentina, y la comunidad judía en particular, y también se del aporte de esta al país. Estoy convencido de que este entramado social será el mejor testimonio que puede educar a las futuras generaciones. Nunca más odio a los judíos. Nunca más odio, nunca más persecución, nunca más genocidio. Solo un pueblo que aprende de su pasado puede construir un presente y pensar en un futuro”, destacó.
Por su parte, el presidente del Museo, Marcelo Mindlin, quien junto a Gabriel Cohen y Ariel Schapira lideró la renovación, destacó que pedirá al Congreso Nacional que apruebe el proyecto de ley que declara de interés nacional al Museo, asignándole un apoyo económico para su desarrollo.
“Las principales capitales del mundo tienen museos sobre esta temática cuya fundación y sostenimiento se basan en leyes nacionales. Esta ley sería un justo corolario para una Argentina que ha mantenido un compromiso inclaudicable y creciente con la memoria del Holocausto a lo largo de estos 35 años de democracia”, destacó.
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