Carrefour Argentina presentó un proceso preventivo de crisis ante el ministerio de Trabajo y se prepara para despedir a al menos tres mil empleados y cerrar varias sucursales, tras sufrir tres años de balances negativos, pérdida de mercado y el despido de su cúpula local.

Este modelo de procedimiento preventivo de crisis es un requisito de la Ley de Contrato de Trabajo para luego poder comunicar despidos masivos o suspensiones de personal.

Tras la caída del 3,7% en las ventas minoristas en enero, la cadena de supermercados removió a Daniel Fernández, CEO de la compañía en el país durante 12 años, y lo reemplazó con Rami Baitieh, quien ostentaba el mismo cargo en la sede de Taiwán. También se produjo el alejamiento del Director Comercial, Martín Tolcachir, a quien se le adjudicó la pérdida de mercado a manos de Coto y Wal Mart.

Luego del cambio en la directiva, se habló de una potencial venta de varios activos por parte de la firma francesa, que, ante la consulta de Perfil, no lo negó. Incluso, se baraja la posibilidad de que sea la cadena norteamericana Wal Mart quien los adquiera.

En diálogo con la agencia AFP, el nuevo CEO reconoció el proceso preventivo de crisis y aseguró que es "un plan previsto para las compañías en dificultades". "En los últimos años, Carrefour Argentina ha enfrentado importantes dificultades financieras y ahora está atravesando una situación económica compleja", explicó Baitieh.

Baitieh: "Carrefour ha enfrentado importantes dificultades financieras y ahora está atravesando una situación económica compleja".

Carrefour es uno de los mayores empleadores privados de Argentina, con unos 20 mil trabajadores y unas 500 sucursales en todo el país. Sin embargo, el comercio minorista se encuentra afectado por la caída de ingresos respecto a una inflación que fue del 24,8% en 2017, lo que plantea un panorama negativo para la firma, sumado al hecho de que en los últimos años fracasó al abrir cientos de minimercados en todo el Gran Buenos Aires.