Steven Bannon es, sin duda, uno de los personajes más peculiares que emergieron a la vida política en los últimos cinco años. Desde su plataforma Breitbart News fue uno de los principales animadores y mentores de los nuevos movimientos populistas de derecha que dieron lugar a fenómenos como el Brexit.

Sus diatribas contra las élites, la inmigración, el islamismo y otros males que azotan el planeta lograron concitar una considerable cantidad de seguidores.

En ese contexto, el empresario de medios fue una pieza clave para la llegada de Donald Trump a la presidencia. A pesar de la ruptura posterior entre ambos con acusaciones cruzadas, es incuestionable que el multimillonario republicano se nutrió de los medios y el ideario -difuso- del líder de la "alt right" para desarrollar su movimiento MAGA -Make America Great Again.

El muro como pantalla

Bannon regresó a las portadas de los diarios pero, esta vez, por su detención para ser llevado a la Corte de Nueva York. Al ex Goldman Sachs se lo acusa de conspiración y fraude masivo. De acuerdo a los fiscales, solicitaba donaciones a través de una ONG para apoyar la campaña por la construcción de un muro entre Estados Unidos y México que, en realidad, iban a parar a su cuenta para gastos personales.

El creador de Breitbart está sospechado, junto a otras tres personas, de haber engañado a cientos de miles de aportantes por una suma aproximada de un millón de dólares.

La noticia no puede llegar en un peor momento para Trump cuando se dispone a comenzar la campaña por su reelección presidencial. Sin embargo, conocedor de las controversias que usualmente envolvían a su antiguo aliado, optó hace dos años por tomar distancia de Bannon y, como reza el dicho, "curarse en salud". Esa estrategia parece haber rendido frutos.