Ocho cuidados para prevenir la intoxicación por monóxido de carbono
Dolor de cabeza, náuseas, vómitos, desmayos e incluso la muerte, son las consecuencias directas de una intoxicación por monóxido de carbono. La sustancia tóxica, ingresa al cuerpo a través de la respiración y es altamente peligroso porque no es detectable a través de los sentidos.
Carece de olor, sabor y color, no irrita los ojos ni la nariz y puede ser fatal. Para evitar riesgos, es indispensable la correcta instalación de los artefactos de calefacción por un gasista matriculado y mantener bien ventilados los ambientes.
Fuentes de monóxido:
¿Cómo prevenir?
1. Ventilar
Aún durante la fría noche, hay que siempre mantener una abertura que permita el libre ingreso de aire fresco y limpio del exterior. El oxígeno evita la producción de monóxido y permite la salida de los gases tóxicos al exterior.
2. Airear periódicamente los ambientes
Es ideal para permitir el recambio de aire interior y disminuir las concentraciones de gases producidos por el funcionamiento de la calefacción.
3. Controlar los artefactos
Periódicamente, hay que observar que las llamas sean de color azul y que las chimeneas estén conectadas al exterior y libres de obstáculos. Controlar los conductos y verificar que no estén deteriorados o que tengan pérdidas. Es imprescindible que la tarea la realice un gasista matriculado al revisar el buen funcionamiento de todos los artefactos a gas de la casa, así como sus conexiones y ventilación.
4. ¡Atención al horno y hornallas!
El horno y las hornallas de la cocina no están diseñados para calefaccionar el hogar. Debe evitarse su uso prolongado si no es para cocinar.
5. Calefones
No deben instalarse en el interior de baños o ambientes mal ventilados.
6. Apagar las estufas
Todos los artefactos de combustión a llama abierta (estufas) deben ser apagados antes de ir a dormir.
7. Estufas a querosene o braseros
Encenderlos y apagarlos siempre en el exterior de la casa. Nunca dejarlos encendidos a la hora de dormir.
8. Revisar conexiones al exterior
Realizar controles frecuentes de las ventilaciones.