Tras un diciembre y un comienzo de enero de clima bastante apacible, finalmente llega a la Ciudad de Buenos Aires la primera ola de calor, trayendo con ella el típico clima veraniego pesadez. Este lunes se registrarán las primeras temperaturas altas y se extenderán, por lo menos, hasta el jueves.

De acuerdo a la previsión del pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), para que sea considerada una ola de calor debe cumplir con los siguientes requisitos: durante tres o más días consecutivos, las temperaturas mínimas deben ser mayores a los 22° y las máximas superiores a los 32,3°.

Lo que más afecta al cuerpo, en estos casos, son las elevadas temperaturas mínimas, ya que no le da el tiempo al organismo de recuperarse o de descansar del calor. 

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En la primera jornada de la semana, según lo que pronostica el SMN, la temperatura mínima será de 23° y la máxima, de 32°. Para el martes están previstos entre 24° y 34°, y para el miércoles, 26° y 35°, respectivamente.

El jueves llegará el pico de calor, con una temperatura mínima 27° y una máxima de 37°. Luego, vendrá el alivio.

El viernes, a pesar de que la temperatura mínima será de 25°, la máxima será de 32°, en el límite que estipula el SMN. Además, también está pronosticado para ese día una leve lluvia. Se espera que el sábado se acentúe la tendencia a la baja con temperaturas entre 23° y 29° y siga cediendo el calor el domingo, con el termómetro entre 22° y 28° y la posible vuelta del sol.

Ante temperaturas altas extremas, es importante recordar algunas de las consideraciones del SMN para aminorar el impacto del clima en el cuerpo. Entre otras cosas, se recomienda aumentar el consumo de agua, no exponerse al sol en exceso, evitar bebidas con cafeína o muy azucaradas, lo mismo que comidas muy abundantes, y reducir la actividad física.