Este martes, Israel confirmó el asesinato del argentino Lior Rudaeff, uno de los rehenes que Hamas había trasladado a la Franja de Gaza, supuestamente con vida. Su muerte ocurrió aquel 7 de octubre, cuando el grupo terrorista invadió territorio judío, hecho que reactivó el conflicto en la región altamente militarizada y que llevó a la respuesta militar del Gobierno de Benjamin Netanyahu.

Según la Embajada de Israel en Buenos Aires, el cuerpo del hombre de 61 años fue trasladado luego de la ofensiva de Hamas, por lo que se pensó que Rudaeff era uno de los rehenes que estaban cautivos en el enclave palestino.

En su cuenta de X, la sede diplomática sostuvo que el cuerpo de la víctima permanece en la Franja de Gaza desde hace siete meses.

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El hecho, según consignó la Agencia Judía de Noticias, fue comunicado por el kibutz Nir Yitzhak, que además informó que los detalle de la muerte serán publicados "más adelante" por el Foro de Rehenes y Familiares Desaparecidos.

Tras conocerse la noticia, el presidente Javier Milei envió sus condolencias a la familia de la víctima y destacó su "honor y su valentía", al morir "defendiendo a sus seres queridos".

Rudaeff había emigrado a Israel con sus padres cuando era chico y arribó al Estado judío con tan solo ocho años.

Desde su adultez se desempeñó como conductor de ambulancia y médico voluntario, por lo que formó parte del escuadrón de emergencia de la comunidad Nir Yitzhak.

Aquel 7 de octubre, cuando se inició el sorpresivo ataque de Hamas en Israel, Rudaeff recibió una llamada y se unió a la batalla por el control del kibutz. Más tarde, el argentino envió un mensaje informando que había resultado herido, saludó a su mujer, Yaffa, y a sus cuatro hijos.

A partir de ese último contacto, el hombre quedó incomunicado y se supuso que había sido secuestrado, con vida, por el grupo terrorista, dado que el cuerpo no se encontró.