Un hombre abrió fuego en una sinagoga de la ciudad estadounidense de Pittsburgh, dejando al menos ocho muertos y más de una decena de heridos, antes de ser detenido.

Medios locales reportaron que el tirador gritó insultos antisemitas durante el ataque en la sinagoga Árbol de la Vida, donde un centenar de judíos celebraban el shabat.

El sangriento ataque a la sinagoga sucede en momentos en que Estados Unidos es testigo de un fuerte aumento en incidentes contra esta colectividad.

Mientras la cadena de televisión CBS habló de hasta ocho fallecidos, el presidente Donald Trump denunció un clima de "odio" en el país y su hija Ivanka, convertida al judaísmo, condenó lo que llamó un ataque "depravado".

"Es una cosa terrible, terrible lo que está sucediendo con el odio en nuestro país, francamente, y en todo el mundo", lamentó Trump a periodistas antes de partir para una serie de eventos de campaña en Indiana e Illinois.

Múltiples medios identificaron al asesino como Rob Bowers, un residente de Pittsburgh de 46 años cuyas publicaciones en las redes sociales estaban repletas de comentarios antisemitas.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó su pesar y solidaridad con Estados Unidos, asegurando que estaba "afligido y consternado por el ataque".

"Todo el pueblo de Israel llora junto a las familias de los muertos", aseguró Netanyahu en un mensaje de video. Y agregó: "Estamos junto a la comunidad judía de Pittsburgh. Estamos con el pueblo estadounidense frente a esta horrenda brutalidad antisemita".