Con prisa y con apuro, Claudio Bonadio decidió que ya nada tenía que investigar en la causa por el Memorándum con Irán y le pidió a las querellas de la AMIA-DAIA que comiencen a redactar sus requerimientos de elevación a juicio. Incluso, “habilitó” la feria judicial desde el 10 de enero, o sea que le abrió la puerta a que se trabaje durante el receso tribunalicio.

La decisión de Bonadio agita todavía más una causa que tuvo un procesamiento a principios de este mes y que fue confirmada la semana pasada. Llama la atención que el propio juez firmó el 6 de diciembre su fallo donde aseguraba que tenía que analizar 136.857 mails de Cancillería y 120.000 mails de la Procuración del Tesoro, a lo que le sumaba un entrecruzamiento de 207 líneas relacionadas los imputados. Rapidez jurídica.

Desechó también la posibilidad de escuchar ahora a Ronald Noble, el ex secretario de Interpol al que acusó de “prestarle colaboración” a los imputados para armar “una puesta en escena ante la sociedad argentina”. “La medida en cuestión podrá ser producida durante el juicio”, argumenta y dice que en ese momento se podrá ampliar y confrontar.

La declaración de Noble es algo que vienen reclamando las defensas de Cristina Kirchner y Héctor Timerman. El ex Interpol contestó por Twitter las acusaciones de Bonadio y sostiene  que no hubo un pedido de Argentina para que se dejen sin efecto las alertas rojas, uno de los puntos centrales de la resolución del juez.

Una vez que las querellas pidan el juicio, será el turno de la fiscalía de Eduardo Taiano y luego podrán contestar las defensas

Una vez que las querellas pidan el juicio, será el turno de la fiscalía de Eduardo Taiano y luego podrán contestar las defensas. Con eso, el juez le puede poner gancho a la causa y enviarla “hacia arriba”, para que sea sorteado en Tribunal Oral Federal que se hará cargo del debate.

Queda pendiente, por un lado, un planteo a la Cámara de Casación, más que nada por la situación de prisión preventiva en el que están Carlos Zannini, Luis D’Elia, Jorge “Yussuf” Khalil, Fernando Esteche y Héctor Timerman (domiciliaria).

La otra gran incógnita es que pasará con Cristina, con un desafuero y pedido de detención confirmadas. Hasta ahora, las señales políticas parecen estar de su lado y la balanza se inclina por no tratarlo. Ya comenzaron a correr los 180 días que tiene  el Senado para debatir la situación.