La pandemia llevó al aislamiento social a niveles inimaginables: salvo contadas excepciones, en todo el mundo la cuarentena es la ley máxima. Ante ese panorama, médicos, políticos, psicólogos y economistas han expuesto sus visiones frente a cómo combatir la crisis del virus del COVID-19. Sin embargo, poco lugar se le dejó a los socio ambientalistas para que respondan una pregunta esencial: qué cambios ecológicos registra el coronavirus.

Hay imágenes que recorrieron todo el mundo: jabalíes que se acercan a ciudades españolas, aguas transparentes circulan por Venecia, se visualizan pumas en las urbes de Chile y hasta un cardumen de peces nadó por el Riachuelo. "Aunque suene extraño, estamos viendo algunos cambios positivos", dice Mauricio Cogollo Rueda, ingeniero ambiental de la Universidad de La Matanza. 

El quedarse en casa provocó otra relación productiva: menos fabricación, menos lugar para el consumo, menos movimiento y, por ende, menos contaminación. "La biodiversidad detectó este freno de mano que le obligaron a hacer al mundo. Y empezó a resurgir. Miles de especies tienen más libertad, pueden respirar un aire más puro, hay menos ruido. Pese a ser un detalle más, es una manera de ver cómo otro mundo es posible", agregó Máximo Mazzoco, fundador de EcoHouse, una ONG de más de 500 voluntarios especializada en la concientización ecológica.

Aire

Algunas estadísticas son impactantes. Los satélites de monitoreo de contaminación de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) publicaron imágenes que evidencian los cambios atmosféricos en China a partir de la expansión del coronavirus: las emisiones de carbono cayeron un 25%, lo que equivale aproximadamente en un seis por ciento de la contaminación global.

Según la propia Organización de Naciones Unidas, China es país más contaminador del mundo, al producir el 30% de las emisiones de CO2.

La contaminación en China. Fuente: NASA
La contaminación en China. Fuente: NASA

Por otro lado, el servicio de vigilancia atmosférica de Copernicus (SVAC) de la Unión Europea a partir de un diagnóstico realizado sobre la calidad del aire, detalló que hubo una reducción de aproximadamente un 10% de las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) por semana en Italia. En otras palabras, un aire menos contaminado circula por todas las ciudades

Y si bien Argentina se encuentra en un período más corto de la cuarentena, respecto a los casos de China e Italia, también se pueden localizar modificaciones en relación a la atmósfera: en la Ciudad, la Secretaría de Ambiente relevó los parámetros de la contaminación atmosférica de la Ciudad durante los días 20 y 25 de marzo y los comparó con las mismas fechas, pero del 2019. ¿El resultado? Un 50% menos de contaminación de los elementos de Monóxido de Carbono, Óxidos de Nitrógeno Totales, Dióxido de Carbono y Material Particulado.

En la Ciudad, por la cuarentena, se registró una reducción del 50% en la emisión de CO2.
En la Ciudad, por la cuarentena, se registró una reducción del 50% en la emisión de CO2.

Chernobyl

Pero si bien éstos cambios se perciben, la alerta máxima en términos ecológicos, en esta pandemia, está radicada en Ucrania. Es que un incendio rural en Pripiat amenaza con quemar los desechos químicos que aún se encuentran depositados en Chernobyl, a 34 años de la explosión de la central nuclear Vladímir Ilich Lenin.

"Si se llega la bodega, podría ser una catástrofe a niveles imaginables", comentó Cogollo Rueda, quien trabaja en proyectos académicos sobre los procesos post operatorios de sustancias químicas. Entre los riesgos, alerta que las nubes tóxicas se podrían trasladar a medio Europa. "Sería otro Chernobyl", agregó.

El ingeniero agrónomo asegura que el desconocimiento acerca del posible peligro ecológico radica, en parte, por la confiabilidad en las fuentes oficiales. Desde el gobierno ucraniano anuncian una situación controlada del incendio forestal: en el país europeo, es legal la quema de pastizales previo a la cosecha.

El incendio forestal, a kilómetros de Chernobyl
El incendio forestal, a kilómetros de Chernobyl

“No hay amenaza para la central nuclear de Chernobyl, el almacenaje de residuos de combustible ni otras instalaciones críticas”, fue la información de Volodymyr Demchuk, un funcionario del Servicio estatal de Emergencias. La nieve pronosticada para los próximos días podría ser un aliado más para los equipos.

Y mientras bomberos intentan controlar las llamas de la localidad más cercana a la histórica ciudad, los ambientalistas descreen esa visión oficial. "En algunos informes alertan que el fuego ya pasó el cerco de seguridad", comentó Cogollo Rueda. "Los ambientalistas solemos sobredimensionar para que se actúe sobre las alertas, pero, por otro lado, no sería la primera vez que oculten ese tipo de información", completó.

¿Y el futuro?

La última pregunta a los especialistas es acerca de las consecuencias futuras de este aislamiento forzoso. ¿La cuarentena mundial generará cambios respecto al cambio climático? La respuesta fue unánime: hay más riesgos de que empeore, que de que se beneficie el medio ambiente.

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"Hay que entender que cada vez que hay una crisis económica, el efecto rebote de la economía suele multiplicar el grado de contaminación", sentenció Mazzoco, de EcoHouse. Cogollo Rueda, ingeniero ambiental, da cuenta de los antecedentes del 2008: la producción se multiplicó y se emitieron más gases contaminantes que nunca.

Por su parte, el fundador de la ONG con sede en la Ciudad de Buenos Aires advierte también que, cada vez más, "los sectores más vulnerables, que son aquellos que más sufren los problemas ecológicos, tiene menos posibilidades de reducir su contaminación".