Barbijos, "pasaportes de inmunidad" y control digital: cómo serán los viajes en avión del futuro
Ante el contexto de aislamiento actual, volver a viajar parece una utopía. Sin embargo, ya se comenzó a planificar cómo será el proceso que deberán seguir los pasajeros a la hora de subirse a un avión tras el paso de la pandemia.
Una de las consecuencias que dejará la pandemia será la forma en que viajamos en avión. Ante esta "nueva normalidad" a nivel mundial, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) y el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) confeccionaron una guía sobre los cuidados que deberán tener los pasajeros, los gobiernos y las aerolíneas en los aeropuertos y en los aviones.
Y aunque todavía falta mucho por aprender sobre el COVID-19, ya hay países europeos como Italia, Francia y España que permiten los vuelos con ciertos recaudos. Este último exige que los viajeros cumplan una cuarentena de dos semanas, mientras que, en un principio, Italia no lo considera necesario.
Usar tapabocas, desinfectar los aeropuertos y equipajes, y más espacio entre los asientos serán moneda corriente para los viajes en avión. También se podría implementar el "pasaporte de inmunidad", el cual funcionará como una constancia de que la persona tiene anticuerpos contra el coronavirus.
1. Antes del vuelo
El informe prevé que se realice un rastreo de contactos de los pasajeros antes de que el viajero llegue al aeropuerto. De esta manera, se recopilarán datos detallados, y si es posible, se juntarán de forma electrónica.
IATA y ACI recomiendan a los Estados la implementación de páginas web gubernamentales que recopilen la información.
2. Dentro del aeropuerto
En base a las normas de cada aeropuerto y la legislación nacional vigente, el acceso al aeropuerto puede estar limitado a trabajadores, viajeros y acompañantes de pasajeros con discapacidades, movilidad reducida o menores.
Un punto importante es que dentro de las terminales se deben evitar las multitudes y las filas, ya que ambas aumentarían los riesgos de transmisión del COVID-19.
El informe remarca que será necesario implementar un control de la temperatura corporal para los pasajeros en las entradas de los aeropuertos. De esta manera, se minimizan los riesgos de contagios tanto allí, como en los aviones.
El transporte público que se utiliza para llegar a las terminales aéreas y retornar a los hogares, deberá respetar el distanciamiento social. Esto se podrá llevar a cabo dado que el flujo de pasajeros estará más cuidado respetando las distancias.
También la distancia es recomendable en los aeropuertos y en los vuelos. Una de las posibilidades que se encuentra en evaluación es quitar los asientos "del medio" en las filas que cuentan con tres ubicaciones. En caso de que esto ocurra, IATA estima que los pasajes aéreos aumentarán en un 50% su valor.
Si los avances de la ciencia lo permitieran, se realizaría a los pasajeros el test que detecta el coronavirus en minutos.
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Si se tuviese constancia de que un pasajero se recuperó de COVID-19 y se lo considera inmune, no requeriría muchas de las protecciones normales (usar barbijo y control de la temperatura, entre otras) y podría embarcar de forma más rápida.
Este paso se debe hacer de forma virtual, antes de llegar al aeropuerto. Además, las opciones de autoservicio deben estar disponibles para limitar el contacto con el empleado de las aerolíneas. El uso de la tecnología sin contacto y la biometría también serán de utilidad.
Cuando se usan dispositivos de autoservicio de equipaje, las aerolíneas deben guiar de manera clara a los pasajeros hacia las opciones de entrega de sus valijas, para evitar la entrega física de las mismas.
Las aerolíneas deberán revisar su proceso de embarque actual para cumplir con las nuevas medidas de seguridad e higiene. Los aeropuertos deberán ayudar a rediseñar las áreas de las puertas, y los gobiernos deberán adaptar las normas y regulaciones locales.
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3. A bordo
IATA recomienda el uso de barbijos para los viajeros cuando no se pueda mantener el distanciamiento físico, incluso durante el vuelo. Este método de protección evitaría que el distanciamiento físico a bordo no sea necesario, a través de asientos bloqueados.
4. Aeropuerto de llegada
Los gobiernos tendrán que simplificar los trámites de control fronterizo, permitiendo procesos sin contacto (en vez de lectura del pasaporte podría ser por reconocimiento facial). Tendrán que existir carriles especiales y deberán capacitar a sus agentes para detectar pasajeros en mal estado.
También será importante que los gobiernos se aseguren de que el proceso de despacho de aduanas sea lo más rápido posible, y que se tomen las medidas apropiadas en caso de inspecciones de equipaje físico para garantizar que se mantengan las mismas medidas de protección de la salud que al embarcar.