A medida que pasan los años, la tecnología busca maneras de reemplazar el dinero papel por tarjetas de crédito, débito y hasta pagos electrónicos. La última tendencia es tener centralizados los medios de pago en una app y pagar virtualmente. Pero la seguridad puede tener fallas y hay hackers que pueden realizar estafas, como el caso de Elena Paoloni con la aplicación Todo Pago.

Una de las soluciones para no sufrir robos es no perder de vista la tarjeta, pero eso es un gran problema para los usuarios argentinos. A diferencia de Chile, Brasil y Uruguay, en el país no existe la modalidad de llevar los posnet a la mesa cuando un cliente quiere abonar en un restaurante. Los mozos se llevan las tarjetas hacia la caja donde tienen conectado por línea de teléfono el aparato.

¿Por qué no existen dispositivos que permitan verificar al consumidor que su tarjeta no esté siendo mal utilizada?

Un fenómeno creciente en las estafas virtuales es la clonación de tarjetas. El "Skimming" equivale a la emisión o copia de un nuevo plástico con las atribuciones del plástico original, pero sin la autorización del legítimo dueño.

"En Brasil, que tiene muchos casos de clonaciones de tarjeta, se decidió que los posnet para pagar en los restaurantes van a la mesa. Eso implica una decisión e inversión", comentó Horacio Azzolín, el titular de la fiscalía especializada en Cibercrimen de la Ciudad de Buenos Aires.

Este accionar, que parece sofisticado y complicado de realizar, es mucho más rápido y sencillo de lo que uno imaginaría. Con la utilización de un dispositivo diminuto, del tamaño de un beeper, se copia la banda magnética de una tarjeta en breves segundos cuando la víctima realiza una compra, entrega el "plástico" para que lo pasen en la máquina correspondiente y la pierde de vista por unos segundos. Es decir, los falsificadores copian la información a otro plástico y con ello hacen compras o retiros a nombre del dueño de la cuenta.

TodoPago Gate: las diferencias entre Argentina y el resto del mundo