Aunque no podía influir directamente en las urnas ni en su imagen, Macri gritó bien fuerte el triunfo de la selección argentina y los tres goles de Messi que permitieron calmar poco más de 40 millones de almas.

El Presidente, cuando vio que todo enfilaba para la clasificación de la mano del mejor del mundo, pudo respirar bien profundo y saber que los ánimos de los argentinos, bien futboleros, iban a estar calmados.

"¡¡Gracias muchachos por semejante alegría!! ¡¡¡Vamos Argentina!!!", expresó el primer mandatario. Y luego agregó: "No hay discusión. Messi deslumbra siempre. Aplausos para un jugador de otro mundo".